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Un estudio ve factible el soterramiento de parte de la Ronda Norte

Los socios del Gobierno valenciano encuentran sus diferencias en esta propuesta impulsada por la Asociación de Vecinos de Benimaclet.
Un estudio ve factible el soterramiento de parte de la Ronda Norte
Imagen: Imagen de como quedaría el barrio de Benimaclet con el soterramiento de la Ronda Norte/ Asociación de Vecinos de Benimaclet

VALENCIA. 25/11/2022. El pasado 20 de octubre la Asociación de Vecinos de Benimaclet dio a conocer su propuesta para el proyecto del futuro PAI de Benimaclet, “Benimaclet Porta a l’Horta”, que plantea el soterramiento de 400 metros de la Ronda Norte entre el camino de Farinós y el camino de las Fuentes, con el objetivo de impedir que se construya otra muralla de edificios alrededor de la ronda y acabar con la poca huerta que queda en la ciudad.

Un estudio encargado por la concejalía de Movilidad Sostenible del Ayuntamiento de València ha concluido factible la propuesta del soterramiento de 602’5 metros para conectar la huerta al barrio de Benimaclet. La longitud total de la obra sería finalmente de 860 metros, incluyendo las rampas desde la plataforma vial inferior, sobre la que se construirá una cubierta ajardinada en la que sería compatible la recuperación del suelo agrícola, así como una zona para para peatones y ciclistas. En cuanto a la sección inferior, el tráfico subterráneo contará con tres carriles por sentido. “El proyecto resultante del estudio va más allá de lo que nosotros planteamos, ya que incluye un túnel más largo del que propusimos y lo aprovecha para hacer infraestructuras necesarias para otras cosas”, afirma el presidente de la AA. VV. de Benimaclet, Enric Sanchis, durante la entrevista.

Valencia, Capital Verde Europea 2024

Respecto al coste, el estudio lo estima en 63’8 millones de euros (IVA incluido) y las posibles vías de financiación, según afirma Sanchis, son cuatro: el Ayuntamiento de València, la Generalitat Valenciana, el Ministerio correspondiente y la Unión Europea. Aunque se prevé que el dinero podría obtenerse parcialmente de fondos europeos destinados a la descarbonización y adaptación al cambio climático, ya que coincide con que Valencia ha sido nombrada Capital Verde Europea en 2024, por lo que este proyecto encaja perfectamente en varios de los planes que el ayuntamiento ha puesto en marcha para ello. La Missió Climàtica València 2030, la Estratègia Urbana València 2030, el Pla Verd o el de Agricultures Urbanes, son algunos de los planes que se están llevando a cabo para alcanzar la capitalidad Verde Europea.

Diferencias en el Gobierno

La propuesta de esta iniciativa ha supuesto ciertas diferencias entre los socios del Gobierno Valenciano, ya que PSPV y Compromís tienen posturas diferentes respecto al soterramiento de la Ronda Norte. “La única persona que desde el primer momento ha mostrado interés en el proyecto ha sido el concejal de Movilidad (Compromís), Giuseppe Grezzi, que es quien ha encargado y sufragado el estudio de viabilidad técnica y coste económico”, afirma Sanchis. Mientras que, el PSPV encabezado por Sandra Gómez, responsable de Urbanismo y aspirante a la alcaldía, ha rechazado desde el primer momento llevar a cabo el proyecto.

La responsable de urbanismo ha enfatizado que hay que tener muy claras cuáles son las prioridades de la ciudad y que con el dinero destinado al soterramiento se podría llevar a cabo un parque de vivienda pública y servicios públicos de calidad para Benimaclet. Además, Gómez propone una solución integral e igual para todos los barrios, ya que "no es coherente dedicar 50 millones de euros a un barrio y cero al barrio de al lado". Insiste en que llevar a cabo este plan supone un privilegio para Benimaclet y unos perjuicios para los vecinos de Torrefiel y Orriols, ya que la obra supondría problemas de contaminación en estos barrios.

Ante la declaración de Sandra Gómez sobre que esto supondría un privilegio para Benimaclet, Sanchis responde que “los problemas específicos de cada barrio requieren soluciones específicas” y le acusa de haber convertido el PAI de Benimaclet en una cuestión personal, y de enfrentar al barrio y a su asociación de vecinos con otros barrios de la ciudad.

Las ventajas que presenta este proyecto son diversas: la eliminación de la barrera que supone la ronda, menos ruido, transición gradual desde el asfalto urbano a la huerta tradicional a través de un ecotono, un gran parque, etc.  Sanchis insiste en que el beneficio no es solo para el barrio, ya que la huerta es de toda la ciudad y que si este proyecto se aplicase a los otros barrios lindantes podría suponer un cambio importante para la ciudad como sucedió en su día con el jardín del Turia.

"Cada barrio tiene unas infraestructuras, nosotros no tenemos paseo marítimo o un mercado como el de Colón  ¿Entramos, por eso, en una guerra entre barrios de privilegios y agravios comparativos? Tenemos la oportunidad histórica de impedir que la huerta desaparezca de la ciudad y estamos dispuestas a dejarnos la piel para conseguirlo”, añade Sanchís.