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Lectura en jóvenes adultos: ¿deberíamos preocuparnos?

Un estudio conducido por este periódico muestra que un 32% de los encuestados han leído de 0 a 2 libros en todo el año
Lectura en jóvenes adultos: ¿deberíamos preocuparnos?
Imagen: Joven leyendo. Imagen recurso

La lectura es una actividad vital para el aprendizaje y desarrollo del ser humano, permite, entre otras cosas, que los adolescentes puedan estimular fácilmente su imaginación, adquirir mejor vocabulario y reducir el estrés, según un estudio de Marisela Vital Carrillo, publicado en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Muchos docentes y expertos apuntan a una “crisis de lectura de la juventud”, la mayoría ya no lee un capítulo antes de dormir; prefiere ver Instagram, Tik Tok o Netflix.

El tiempo medio de uso de Instagram es de 30 minutos al día. El de Tik Tok es de 52 minutos y Netflix se usa de media 2 horas al día.

Chica con el móvil. Imagen de recurso.

Un estudio realizado por este medio a 86 personas de entre 19 y 28 años lo deja claro: la mayoría de la juventud no lee de forma habitual, y gran parte directamente no lee (casi) nada. Un 43% afirmó que no leía diariamente, un 36% que lo hacía solo los fines de semana o cuando tenía tiempo, el 21% restante leía habitualmente. Respecto a esta tendencia, es evidente que las personas que tienen un hábito lector se han vuelto una minoría

 

Este hecho es notable puesto que en el estudio de Carrillo, advierte que los jóvenes que no suelen leer, en general, tienen peor desempeño académico ya que les cuesta más comprender conceptos o expresarse. Esto puede derivar en una baja autoestima y la pérdida de interés por aprender, según el estudio de la docente.

 

En cuanto a los lectores, ya sean habituales o esporádicos -que representan un 57% de los encuestados totales-, la mayoría opta por leer de 30 a 60 minutos (40,8%) o de 15 a 30 minutos (24,5%), es menos habitual la gente situada en los dos extremos: tan solo un 10,2% lee menos de 15 minutos, y un 18,4% lo hace más de una hora. Un 7,5% ha respondido que lee de forma esporádica pero no declara cuánto tiempo. Se aprecia que la lectura es una actividad en la que los jóvenes prefieren invertir tiempo ya que un 59,2% de los lectores le dedica más de 30 minutos.

 

Por otra parte, si se pone atención solo a los lectores habituales, se observa que: el 38% prefiere leer de 30 a 60 minutos al día, el 33% dedica más de 1 hora diaria, el 16% invierte de 15 a 30 minutos y el 11% menos de 15 minutos. Hay mayor tendencia a leer durante más tiempo dentro de las personas que leen diariamente.

 

Para arrojar más contexto a los datos: el 76% de los encuestados comprenden las edades de 19 a 23 años, el 14% de 24 a 27 y el 8% tiene más de 27 años, tan solo un 1% era menor de 14 años. Por tanto, el estudio permite realizar una radiografía efectiva de los hábitos lectores de la juventud que acaba de pasar a la adultez, o de personas adultas, pero no de los adolescentes.

Elaboración propia

Una de las grandes herramientas de los centros educativos -ya sean institutos o universidades- para incentivar la lectura son los libros obligatorios. En esta encuesta un 59,3% afirmó que durante 2022 no había leído libros por obligación. Un 23% apuntó que menos de la mitad de sus lecturas de este año eran obligatorias, un 10,5% declaró que más de la mitad fueron libros impuestos por sus universidades o institutos y un 7% concluyó que todos sus libros leídos fueron obligatorios.

Elaboración propia

 

Elaboración propia

Carrillo concluyó en su estudio que los docentes deben promover hábitos lectores a sus alumnos desde pequeños para que adolescentes y jóvenes se beneficien y adquieran habilidades cognitivas suficientes. Por lo que se aprecia en la encuesta, en universidades o centros de FP los libros obligatorios no suelen ser la norma. Ahora, en los institutos es otra historia: si se pone de ejemplo un instituto de la Comunitat Valenciana, un adolescente de 3º de la ESO tendría que leer, en teoría, un libro cada trimestre en sus asignaturas correspondientes de Castellano y Valenciano, unos 6 libros en total. Dependiendo del centro se pueden añadir hasta 3 libros más en asignaturas como Inglés, Francés o Alemán. 

 

 

Elaboración propia

Sin embargo, cuando se preguntó a los encuestados la causa principal del bajo índice de lectura en jóvenes un 69,8% respondió que la culpa recae sobre todo en el sistema educativo por no haberles motivado a leer. En segundo y tercer lugar se encuentran como causas principales las redes sociales (54,7%) y las plataformas de vídeo on-demand (52,3%). Solo un 27% apuntó a que los padres no inculcan hábitos lectores. Cabe destacar que los encuestados podían escoger más de una causa, de ahí que los porcentajes sumen más del 100%.

 

Como apunta Carrillo, es importante trazar el problema de lectura de forma multicausal. Muchos docentes coinciden en que los niños actualmente son sometidos a estímulos constantes que dificultan su concentración. La profesora de castellano de secundaria, Estefania Romero, declaró a uValencia que “a pesar de que el nivel medio de los jóvenes no es malo, con la comprensión lectora les cuesta”.

 

Las aulas no son el único lugar donde se pueden inculcar hábitos de lectura, según el estudio los padres o tutores inculcaron a un 27% de los encuestados hábitos de lectura en su niñez. Un 25,6% afirma haber leído de forma habitual de pequeño pero haber perdido el hábito con la edad. Para el 24% sus padres nunca les inculcaron valores lectores y un 22,1% apunta que, a pesar de no haber recibido esos valores de niño, los han adquirido ellos mismos a través de otras fuentes (colegio, instituto, amigos, famosos, etc).

 

Elaboración propia

¿Ahora, cómo perciben los jóvenes la lectura? ¿La consideran importante, aburrida? Lo cierto es que de 86 personas, 84 afirman que la lectura es importante: un 97,7%. En palabras de los propios encuestados: «la lectura estimula la capacidad de ser más creativo, mejora la ortografía, expande el vocabulario y te ayuda a aprender cómo desarrollar una serie de pensamientos bien argumentados e hilados». Otras opiniones defienden que «Es importante. Pero no puedes pedirles que se pongan a leer tras estar 8 horas leyendo apuntes, informes, expedientes etc. relacionado con sus estudios o trabajo».

 

Tanto los jóvenes como los expertos y docentes coinciden en que la lectura es un hábito necesario, importante y que desgraciadamente, se está perdiendo por culpa de diversos factores. Respondiendo a la pregunta del titular, sobre si deberíamos preocuparnos, no se debe ir tan lejos como para decir que sí, un 57% lee. No obstante, se pueden hacer más esfuerzos, tanto por parte de instituciones como de los propios jóvenes, para inculcar valores que alienten a las nuevas generaciones a no perderse algo tan bonito y gratificante como leer