El número de intercambios de estudiantes erasmus desciende debido a la pandemia

VALÈNCIA - La pandemia de la COVID-19 ha traído numerosos cambios en distintos ámbitos de nuestras vidas. Es el caso de los Erasmus que tienen lugar cada año en diversidad de países de Europa y el resto del mundo, y que se han visto afectados por las restricciones de movilidad impuestas por cada uno de los gobiernos. Este hecho ha provocado que las solicitudes por parte de los alumnos erasmus se hayan reducido.

Desde uValencia se ha podido contactar con Adolfo Carratalá, coordinador de Erasmus de la Universidad de Periodismo en València, y con Begoña Barber, responsable del departamento internacional de la Universidad Católica de València, así como también se han recogido declaraciones de alumnos que se han visto afectados de una forma u otra por esta pandemia mundial.

¿Qué es el Erasmus?

El European Region Action Scheme for the Mobility of University Students, más conocido como Erasmus, es un programa desarrollado por la Unión Europea con el objetivo de fomentar la educación, el deporte y la formación de los jóvenes en Europa. En este sentido, la Comisión Europea y la Agencia Ejecutiva en el ámbito Educativo, Audiovisual y Cultural son las dos instituciones que se encargan de la gestión de los Erasmus.

El programa Erasmus+ es el que se lleva a cabo para tratar los Erasmus. El presupuesto de este es el necesario para permitir que millones de europeos tengan la oportunidad de poder aprender en un país diferente.

Algunos de los objetivos del programa se basan en la participación de los estudiantes en la vida democrática de Europa y en el mercado de trabajo, mejorar el nivel de competencias y de capacidades básicas de los jóvenes e impulsar la ciudadanía activa, el diálogo intercultural y la integración social.

La gestión de la Universidad de València en tiempos de pandemia

Adolfo Carratalá Simón, coordinador Erasmus de la Facultad de Periodismo, ha manifestado para uValencia que cada coordinador asume la gestión específica de cada titulación, mientras que Ana Rosa Calero, vicedecana de la facultad, es la responsable a nivel de movilidad. 

También declaró que la función principal de cada coordinador de cada titulación es supervisar y acompañar en las cuestiones docentes y académicas a los alumnos y alumnas que participan en los programas de movilidad Erasmus.  

“Esto se concreta particularmente en: por un lado; llevar a cabo la adjudicación de destinos en el mes de febrero para aquellas personas que desean hacer un erasmus y, posteriormente, cuando estos destinos ya están adjudicados, ayudarles en la complexión de los estudios. Es el acuerdo que se lleva a cabo entre la universidad de origen y la universidad de destino. Este hecho incluye las asignaturas que va a cursar en su destino y aquellas con las que después se convalidarán”, ha indicado Carratalá.

En cuanto a las dudas que más ha recibido por parte de los estudiantes que querían realizar el Erasmus este año tanto de fuera como de España, el coordinador ha explicado que había cierta preocupación en el tema de la presencialidad o no de las clases. A su vez, ha declarado que muchos de los que marchaban desde España renunciaron antes de irse porque vieron que el panorama era muy incierto y temían desplazarse a un país y luego tener que estar allí confinados.

Por otra parte, Carratalá ha comentado que en los meses próximos al confinamiento como enero y febrero, y en los meses de confinamiento como marzo, abril y mayo, se produjo una bajada casi del 50% de los estudiantes erasmus debido a la COVID-19.

En relación con el asunto de qué hizo la facultad de Periodismo con los alumnos que se encontraban en el extranjero durante la cuarentena y cómo se reaccionó a la pandemia vivida en los meses citados en el anterior párrafo, el coordinador ha dicho lo siguiente: “Primero contactamos con todos para saber en qué estado se encontraban y qué cambios iba a tener la pandemia en la docencia que estaban recibiendo. También averiguamos quienes de ellos querían volver, porque el ministerio de exteriores organizó una serie de vuelos específicos para que pudieran regresar a España. La minoría volvió y la mayoría decidió quedarse”.

En cuanto a los alumnos que están solicitando realizar el Erasmus el próximo curso, Carratalá ha evidenciado que intuye que el número de solicitudes será menor que el de años pasados, pero mayor que el del presente año que ya se ha visto afectado por la pandemia. Según el coordinador de Periodismo, las experiencias de los estudiantes que han decidido realizar el Erasmus pese a la pandemia van a ser muy diferentes y se van a ver afectadas inevitablemente por el coronavirus.

“La movilidad está en el espíritu, y por eso la vivencia Erasmus es otra víctima más de la pandemia”, ha asegurado Carratalá.

La Universidad Católica en busca del equilibrio

Begoña Barber, responsable del departamento internacional de la Universidad Católica en València, afirma en una declaración a este medio que desde la dirección de la propia facultad “la única prohibición que se ha llevado a cabo es la de viajar a países fuera de Europa”.

Por otra parte, la coordinadora ha explicado la distinción técnica entre los conceptos ‘in’ y ‘out’ refiriéndose a aquellos alumnos que vienen para quedarse y a los que salen del país para vivir la experiencia, asegurando que tanto unos como otros “están movilizándose de manera considerable, enviando constantes solicitudes”. Además, ha declarado que en el curso pasado los alumnos que llegaron fueron 241 y los que se fueron 226, mientras que en este presente año, se han ido 113 estudiantes y han llegado 103. Por tanto, "estamos teniendo datos por debajo del 50% con respecto al curso pasado", ha asegurado Barber.

La principal diferencia que encuentra Begoña respecto a la UV, es que ellos sí que han ofrecido “presencialidad para las clases de aquellos que venían desde fuera”, pero ha coincidido con Carratalá en que las renuncias han sido superiores a otros años: “Casi un 50% de estudiantes han rechazado las ofertas de movilización y hemos tratado de ser comprensibles con ellos”.

Además, ha querido incidir en que, a diferencia de otras facultades, ellos han sido “comprensivos con el alumnado, permitiéndoles posponer los Erasmus a otro momento cuya situación sea más idónea”.

Uno de los motivos que llevaron a esta restricción fue la llamada tarjeta sanitaria europea, que garantiza cierta seguridad a los estudiantes, pero como su propio nombre indica, únicamente puede utilizarse dentro del continente europeo. 

En referencia a la elección del destino, ha asegurado que los alumnos “han sido conscientes en todo momento de que muchos países estaban marcados en rojo en el mapa debido al elevado porcentaje de contagios”, y que cada uno de sus respectivos gobiernos “tomaría sus propias decisiones”. Por ende, la lista de posibles destinos se ha visto reducida de manera considerable, ya que han sido varios los estados que han cerrado sus fronteras.

Begoña finaliza su intervención para el diario afirmando rotundamente: “En todo momento hemos estado pendientes de las medidas adoptadas por el Gobierno, y por supuesto que hemos acatado las normas impuestas por los altos cargos, adaptándonos a los tiempos”.

El Erasmus es una experiencia que no se da de la misma manera en todos los casos, además de que no todos los estudiantes tienen la misma concepción del mismo, ni lo afrontan igual. Por ello, la plataforma uValencia ha recogido varios testimonios de alumnos que estaban de Erasmus cuando estalló la pandemia en Europa, y también algunas versiones de gente que no quiere irse de Erasmus este año a causa de la COVID, y de gente que, a pesar del virus, continúa queriendo irse a otro país para vivir la experiencia.

Erasmus en plena cuarentena 

Carlos Valero, estudiante de Turismo en la Universidad de València; Rafael Alfaro, estudiante de Ingeniería Informática en la Universidad Politécnica de València; y José Lores, estudiante de Economía en la Universidad De Santiago de Compostela, son algunos de los testimonios que se han recogido sobre personas que tuvieron que continuar su experiencia Erasmus de manera online en el respectivo país de destino. 

Valero, quién eligió como país destino Italia, solo pudo realizar el Erasmus durante 6 meses, de 9 que pretendía hacer en un principio. A su vez, el estudiante de Turismo manifestó que muchos compañeros tuvieron que regresar a España, interrumpiendo el Erasmus y reincorporándose en las clases que ya habían empezado meses antes, mientras que otros, como es su caso, decidieron continuar la experiencia pero de manera online.

“La universidad de Milán, Bicocca, lo gestionó muy rápido, ya que el mismo día que empezaron a salir noticias sobre los contagios por covid en las diferentes ciudades y pueblos de la región de Lombardía, nos mandaron un correo diciéndonos que las clases comenzaban el día 1 de marzo de manera online. Con apenas 150 contagios y ningún fallecido ya habían establecido la modalidad online durante todo el cuatrimestre”, ha declarado el estudiante de Turismo.

A su vez, Valero ha explicado que los profesores se grababan y subían vídeos explicando las distintas materias, y que no lo hacían en tiempo real, ya que comprendían que la mayoría tendría otras funciones y tareas que atender en sus propios hogares. 

Valero: “Ha sido la mejor experiencia de mi vida, fue increíble,  pero sí que la habría vivido más a tope.  Aún así no me arrepiento de nada, ya que si tomé ciertas decisiones fue porque me pareció lo mejor”.

Alfaro, por su parte, viajó a Polonia desde febrero hasta junio y ha declarado que la pandemia fastidió todos los planes que tenía en mente, pero que aún así no cambiaría su experiencia porque cree que le ayudó a “evolucionar como persona” y lo disfrutó mucho. 

También mostró su desconcierto con la actuación que llevó a cabo su propia universidad, alegando que pese a que les mandaban numerosos correos y formularios, no fueron capaces de darles una solución concreta. El estudiante de Ingeniería Informática ha declarado que está seguro de que si hubiera sabido lo que ocurriría también habría realizado el Erasmus, porque pese a las nuevas limitaciones cree que es una experiencia que “mola vivir”.

En cuanto a si recomienda a los estudiantes que vivan la experiencia a pesar de la pandemia, Alfaro ha asegurado lo siguiente: “Es un impedimento porque te hace todo más lento y pesado, pero la esencia del Erasmus, más allá de la fiesta, es conocer a gente de otros países y conocer otras culturas a la vez que practicas el idioma. Si vas con eso en mente, sí que recomendaría que fueran”.

El estudiante de Economía, José Lores, fue a Bratislava durante todo el curso y al igual que Rafael Alfaro, considera que aunque la pandemia haya afectado a su experiencia, no la cambiaría y que la habría realizado de todas maneras aún sabiendo lo que iba a suceder. “La pandemia es un impedimento para todo, pero recomendaría que fueran igual, tomando las precauciones necesarias”, ha afirmado Lores.

Atrapados en Polonia

Uno de los casos más curiosos en relación con los Erasmus, fue el de Polonia, país donde centenares de españoles dieron positivo en lo que fue un brote de la COVID-19 que obligó a confinar a la gran mayoría de estudiantes durante su estancia allí. 

Nacho Gascó es un joven valenciano de 20 años con el que el diario ha contactado, que el pasado mes de septiembre emprendió su andadura hacia Varsovia, capital polaca, junto a varios compañeros y compañeras de la carrera de Administración y Dirección de Empresa (ADE), entre ellas su novia. El propio Nacho, ha afirmado: “Llegué justo después de que se realizaran tests masivos y tuve suerte de no pillar el virus por días, pero el brote de españoles era real”.

Por otra parte ha asegurado que hasta finales de septiembre cuando él aterrizó en la ciudad de Europa del este, había todo tipo de libertad: “Las discotecas estaban abiertas sin límite de hora, los bares sin aforo limitado y las restricciones eran mínimas”. Ante este panorama que se había encontrado en la ciudad de destino de su Erasmus, ha recalcado que nunca se planteó volver a España: “Yo había tomado mi decisión y estaba dispuesto a adaptarme a la nueva normalidad aunque fuese lejos de mi familia”.

Su decisión finalmente “fue la correcta”, ya que pocas semanas después había conseguido adaptarse, y hoy en día disfruta de su estancia en Polonia, a pesar de las nuevas medidas de seguridad: “Por suerte aumentaron las restricciones y de momento sigo sin pasar la COVID-19 y disfrutando en la medida de lo posible”. En definitiva, se ha enfrentado a una situación complicada provocada por la pandemia y ha conseguido adaptarse y vivir la experiencia junto a centenares de estudiantes procedentes de diferentes lugares de España y del mundo.

Un Erasmus online 

Ilaria Parente, estudiante de Ciencias de la información, la Comunicación y la Publicación en la Università degli Studi di Roma “Tor Vergata”, tenía previsto realizar el Erasmus en València desde enero hasta julio, pero cuando la pandemia estalló se vio obligada a regresar a su país, por lo que tuvo que continuar la experiencia de forma no presencial.

“Cuando regresé, mi universidad me mandó un correo preguntándome si quería continuar el Erasmus online y realizar los exámenes de la universidad de València o acabarlo y empezar las clases en Italia. Decidí continuarlo y terminar el Erasmus de manera online, porque para mí no tenía sentido terminar el Erasmus e incorporarme a unas clases en Italia que ya habían empezado”, ha manifestado Parente. 

A pesar de las complicaciones, la estudiante italiana se considera afortunada de haber podido tener al menos la oportunidad de realizar dos meses de Erasmus completos, aunque asegura que si hubiera sabido lo que sucedería habría “disfrutado mejor los meses”, por lo que eso sería lo único que cambiaría de su experiencia, si tuviera que cambiar algo.

En contraposición a las experiencias de los tres estudiantes citados anteriormente, Parente no habría realizado el intercambio si hubiera sabido lo de la pandemia, y considera que el coronavirus será un impedimento para aquellos estudiantes que estén pensando en realizar o no el Erasmus.

Son muchos los que quieren irse...

A continuación, se muestran tres de los numerosos testimonios que se han recogido de gente de 2º de carrera que tiene la voluntad de irse de Erasmus el año que viene, pero que se encuentra en la incertidumbre del ‘qué pasará’ con la pandemia.

Marta Devesa, estudiante de Criminología, ha manifestado su voluntad de querer irse de Erasmus el año que viene. La alumna ha explicado que poder disfrutar de una experiencia como la de el Erasmus es un hecho que ayuda a crecer como persona y, sobre todo, a aprender ya no solo en el ámbito académico, sino también sobre la vida. 

La estudiante ha afirmado que en caso de empeorar la situación del coronavirus no sabría si se iría, porque si le pasase algo a ella o a su familia, lo mejor sería estar todos juntos. No obstante, Devesa ha mantenido que su ilusión es poder irse y disfrutar de dicha experiencia.

Por otro lado, Sara Torres, alumna de Periodismo, ha explicado que sería una experiencia nueva ya que “te irías a un país que no conoces alejado de toda tu gente”. Además, la alumna ha comentado que no se ha planteado que hará si las condiciones fuesen a peor, pero que todo dependerá del momento. 

En relación con la posibilidad de realizar un nuevo confinamiento similar al que se ha vivido, la alumna ha planteado lo siguiente: “Probablemente si se diera una cuarentena como la pasada volvería del lugar donde estuviese porque sería una situación muy complicada. No obstante, si supiese con antelación que seguramente se repitiese otro aislamiento general, cancelaría el Erasmus porque, aunque me gustaría vivir la experiencia, no me agradaría hacerlo mientras estoy pendiente de la situación sanitaria”.

Tanto Devesa como Torres coinciden en que el Erasmus supone conocer un nuevo país, gente nueva… y que ha de ser una gran experiencia para todo el mundo que lo haga.

Por otra parte, Sofía Bonillo, estudiante de Magisterio, ha dicho que, por lo menos para ella, llega un punto en el que la carrera se te hace ‘bola’ y en este sentido, el Erasmus es una vía de escape para no estancarte y que te vuelvan las ganas. Además, la alumna ha expresado que aprender un idioma como el inglés es importante porque no hay otra opción de comunicación. 

En cuanto al virus, Bonillo ha declarado: “El tema de la COVID obviamente influye, hemos hecho la solicitud, pero vamos un poco a tientas, sin saber realmente qué va a ocurrir. Según cómo avance el tema de la pandemia nos irán diciendo, pero sí que es verdad que es posible que no podamos irnos porque el país o universidad extranjero no nos acepte, o también puede darse que no haya ningún problema”. 

Además, la estudiante ha aclarado, en cierta medida, cómo ha gestionado particularmente la facultad de Magisterio el asunto de los Erasmus. “Hay un departamento de relaciones internacionales donde se trabaja todo esto. Cada año realizan una charla de información, pero este año han tenido que hacerla mediante una videollamada por el coronavirus. Y la verdad, es que poco demás puedo decir, porque es cierto que la Universidad ayuda poco en esto y de momento solo hemos realizado la solicitud. Así que, espero que después del trámite y con los seleccionados la Universidad ayude un poco más y de manera más concreta", ha aclarado la estudiante.

Las tres estudiantes tienen la misma opinión en el sentido de que, para todas ellas, el Erasmus es una experiencia que seguramente resulte muy divertida y especial, ya que permite a los alumnos gozar de una situación nueva en su vida.

...pero también los que prefieren posponerlo

Son muchas las personas han decidido posponer el intercambio para próximos cursos, ya que, aunque quieren realizar el Erasmus, prefieren esperarse a un momento en el que toda esta situación que se está viviendo haya mejorado, porque es es cierto que estar preocupándose todo el tiempo de si va a volver a haber rebrotes de contagios y de si las condiciones van a ponerse mal es algo que ‘tira para atrás’ a mucha gente. 

En este sentido, uValencia ha conseguido hablar con diferentes alumnos que han apostado por esta vía. Entre ellos, se encuentra el caso de Julián Álvarez, estudiante de Sociología y Ciencias Políticas de la Administración Pública en la Universidad de València, que ha manifestado que la COVID-19 sí influye un poco a la hora de pensar que el año que viene será más fácil hacer los desplazamientos de una forma segura. Además, ha expresado que también es una fuente de inseguridad ya que es posible que no se pueda volver por lo que sí que influye en la decisión.

Álvarez: “Prefiero irme en un curso posterior y hacer el siguiente aquí, en València, porque creo que es más seguro y pienso que el año que viene será más fácil hacer los desplazamientos de una forma segura”.

Por otro lado, María Gómez, estudiante de Ingeniería Informática y ADE en la Universidad Politécnica de València, ha confesado, por su parte, que no va a irse el próximo curso de Erasmus debido a la COVID-19, ya que puede impedirle realizar diferentes actividades y por eso prefiere esperarse un año.

“Creo que la UPV lo está gestionando bien, nos han dado un protocolo y en las reuniones me lo han explicado bien”, ha manifestado Gómez. 

Por último, la estudiante de Veterinaria de la Universidad de València, Elena López, también prefiere posponerlo e irse en cuarto, en vez de en tercer curso que era cuando tenía previsto realizar el Erasmus sino hubiera sido por la pandemia. 

“La experiencia Erasmus, desde mi punto de vista, es algo más que ir a estudiar fuera, es conocer el país, la cultura, la gente, vivir experiencias nuevas... y la pandemia puede poner muchas barreras. Por eso creo que la mayoría se echará para atrás, aunque tengo amigos que han presentado solicitud para ir el año que viene, y otros que opinan igual que yo”, ha manifestado López.

Primeras impresiones de un intercambio actual

Otro caso es el de Aitana Contreras, estudiante de Veterinaria en la Universidad Católica de València, quien se encuentra realizando el intercambio en este preciso momento en Polonia, adaptada a las nuevas medidas que se han tenido que adoptar debido a la COVID-19 y prevé estar todo el curso.  “La pandemia está haciendo que sea distinto a otros años y ha puesto más dificultad en el tema de viajar, pero de momento no cambiaría la experiencia”, ha afirmado Contreras.

La estudiante de Veterinaria también ha confesado que a pesar de la pandemia decidió no renunciar al Erasmus, ya que no sabría si volvería a tener la oportunidad para hacerlo, y no quería perderla. Es por eso que recomienda a los estudiantes que se animen a llevar a cabo el intercambio aún con la pandemia.

A punto de partir 

También hemos conseguido el testimonio de Belinda Melo, estudiante de Magisterio Infantil y Primaria en la Universidad Católica de València, quien va a realizar el Erasmus en el próximo cuatrimestre, concretamente en la República Checa. 

Melo: “Me echa para atrás ir allí y no poder ir presencialmente a las clases, pero me seguiría gustando porque las clases serían en inglés y me va a ayudar a mejorarlo sea como sea”.

La estudiante de Magisterio Infantil y Primaria pertenece a una asociación de Erasmus y ha declarado que de 300 o 400 estudiantes que solían llegar cada año a su universidad, este cuatrimestre únicamente han llegado 100. 

También ha aseverado que le asusta cómo volver cuando su intercambio finalice y que le fastidiaría tener que pagar alojamiento y no poder salir, cuando en su casa no tendría que pagarlo. 

En cuanto a la gestión que está llevando a cabo su universidad con respecto a los erasmus, considera que lo están haciendo muy bien, y que le han resuelto todas las dudas que le han surgido por el momento.