Diamantes en bruto: Adam Sandler con un toque diferente
Diamantes en bruto cuenta la historia del joyero judío-estadounidense adicto al juego Howard Ratner (Adam Sandler), quien se abrió camino para vivir el sueño americano en el “Diamond District”, el Distrito de los Diamantes de Nueva York. El thriller criminal de 2019 dirigido por Josh y Benny Safdie, escrito por Ronald Bronstein tiene una atmósfera bastante caótica pero también auténtica con un papel bastante inusual para Adam Sandler. Habitualmente conocido por sus divertidos papeles en comedias como "Click", “Niños grandes" y "Zohan: Licencia Para Peinar", el papel de Howard Ratner es un nuevo rol para Sandler en el que demuestra sus capacidades como actor de primera fila y muestra al público que también puede ser algo más que el cómico padre de familia o el bobalicón irresponsable.
Howard Ratner espera una piedra preciosa que supuestamente resolverá todas sus problemas financieros. Las cosas se ponen difíciles y Ratner cada vez más estresado, tiene que ir resolviendo lo que acontece como esquivar mafiosos y disputas con Kevin Garnett y The Weeknd interpretados por ellos mismos, razón que hace que la película sea realista, ya que parece que podría desarrollarse igual que en la vida real.
Los personajes que rodean a Ratner no podrían encajar mejor en el negocio de las joyas. Por un lado tenemos a Demany (Lakeith Stanfield), un intermediario cuya función es promocionar la joyería de Howard Ratners entre sus conocidos ricos. El rol que su personaje cumple es similar con sus otros papeles como en “Straight Outta Compton” o “Judas y el Mesías Negro”. Por otro lado está Julia De Flore (Julia Fox) que interpreta a la compañera de trabajo de Ratner y encaja perfectamente en el escenario de la joyería. La actriz interpreta a una glamurosa empleada de la tienda que es también la amante secreta de Ratner quién quiere mantenerla en secreto ante su mujer Dinah (Idina Menzel).
El tono general de la película deja una vibrante impresión de un mundo de dinero y vida rápida en el Distrito de los Diamantes. Como en un mal sueño, las malas decisiones se amontonan y a veces resulta estresante ver la película. Gracias a unos diálogos frenéticos y a unos riesgos cada vez más terribles, la película desencadenará un ataque de ansiedad en la mayoría de los expectadores de mentalidad correcta. La estética del guión junto con las diferentes escenas fusiona toda la obra en un reflejo contemporáneo de culturas y actitudes reflejan la atmósfera de la Gran Manzana y sumerge a la audiencia en la cultura estadounidense.
