Albaida y los 800 años de toque manual de sus campanas
ALBAIDA. El miércoles 30 de noviembre de 2022 fue un día muy importante para el pequeño pueblo de Albaida de la Comunidad Valenciana.
De hecho, después de 800 años de toco manual de las campanas, esta tradición ha sido declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la UNESCO.
Para los campaneros y sobre todo para el alcalde, este reconocimiento representa una gran satisfacción en cuanto premia la determinación y la dedicación de los campanarios que cada día se dirigen a la cima del campanario para hacer girar las campanas. Es un gran honor también para los propios ciudadanos de Albaida, que reconocen el sonido de las campanas como un verdadero segmento de su vida cotidiana, sin la cual su vida no sería la misma.
“Hay pueblos donde a la gente las campanas le molestan, aquí no, es el contrario: la gente se queja cuando no tocan. Es un paisaje sonoro fundamental del pueblo, una parte fundamental de la ciudad: como el mercado del martes” - Jordi, ciudadano de Albaida
Desde el siglo XIII, de hecho, los ciudadanos de Albaida no han vivido un día en que estas campanas no hayan sonado: incluso en los períodos de guerra y en los meses de restauración del campanario se ha encontrado siempre una manera de continuar la tradición.
A finales de los años ‘90, de hecho, se empezó a restaurar el campanario: la torre principal se habìa construido en 1400 de un material que se llama piedra tosca, una piedra de mala calidad, y a finales de 1800 se decidió poner el reloj encima a la torre creando un piso más para poner el reloj. Para poder trabajar esta parte del campanario se realizó esta parte en roca caliza, una roca muy dura y pesada, pero al pesar tanto rompió el campanario y los campaneros tuvieron que dejar de tocar arriba, cogieron las campanas y las pusieron en la plaza en una estructura de metal. Por este motivo, desde el 1998 hasta el 2003 las campanas se tocaron en la plaza. Durante esos años se reconstruyó el campanario y cuando se subieron las campanas hubo algunas de mala calidad que se refundieron en la fundición de Amstel en Holanda, la única que garantiza una nota precisa, y se hicieron nuevas.
Este es precisamente el orgullo de la pequeña ciudad, que destaca entre los muchos casos en España y en el mundo en el que un campanario solo toca las campanas en algunos días o con ocasiones especiales, y se aleja de todos aquellos donde los toques de las campanas son diarios, pero emitidas por un motor eléctrico.
Los tipos de toques y las campanas
Hay diferentes tipos de campanas, y diferentes formas de tocarlas: hay campanas que no se mueven (se llaman "campanas tranquilas", en Italia esto es bastante común), campanas que suenan moviéndose de derecha a izquierda, y campanas que giran, como en el caso de las que están en cuestión.
La operación es como yo-yo: se enrolla la cuerda y como esta termina, la se desenrolla, así la campana gira y hace su famoso sonido.
Estas campanas no solo sirven para marcar la hora o invitar a la misa, sino también para informar a la población.
De hecho, existen diferentes toques para cada ocasión: uno para advertir que ha muerto un hombre, uno para cuando muere una mujer, uno si muere el Papa, uno para celebrar la misa, el Ángelus, pero también muchos para las fiestas nacionales.
De esta manera, la gente cuando escucha el sonido de las campanas sabe que ha sucedido.
En total Albaida tiene unos 50 toques diferentes, y los ciudadanos los reconocen a todos.
En lo alto del campanario, encontramos 3 de las campanas más antiguas (la más antigua es"La centenaria'', fue construida en el año 1888), y las otras dos se conservan porque tienen las notas más cercanas para hacer una escalera musical perfecta. La nota de una campana depende del ancho, el tamaño, la cantidad de bronce que llevan y muchos otros factores; por eso es muy difícil encontrar la campana que suene el sonido perfecto.
Cada campaña además tiene su nombre: un nombre popular con el que la gente la conoce, y un nombre real, que debe hacer con el santo al que está dedicada. En este caso encontramos:
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La Grosa / La Virgen,
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La Parroquia/La Asunción,
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La Franciscana/ San Francesco d'Assisi (porque en Albaida estaba una congregación de monjes franciscanos),
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La dominicana/ San Domenico (y estaba una congregación de monjes dominicanos también).
La asociación
La asociación de campaneros de Albaida está compuesta por 25 personas más o menos, en la cual hay una pequeña parte de la asociación que es más potente a la hora de hacer cosas (5-6 personas) y el resto son campaneros.
Encontrar personas disponibles para ser campaneros parece difícil pero, mientras que hace 10-20 años era así, ahora en Albaida es fácil: la gente se apasiona siempre más por este arte y quiere aprender a tocar manualmente las campanas.
Actualmente en Albaida hay un grupo de campaneros de todas las edades, desde niños que ahora tienen 8 años hasta jóvenes y mayores.
Manolo y Jordi, dos de los campaneros de Albaida, admiten que el secreto para mantener compacto el grupo es transformar una simple cita en la cual se encuentran en algo de más divertido e inclusivo. Por ejemplo hoy se han incluido las mujeres, mientras que en el pasado las únicas mujeres que podían tocar la campanas eran las mujeres del campanero, mientras que ahora uno de los objetivos más importante para la asociación de campaneros es promover la igualdad de género.
El proyecto MitMac
MitMac es un proyecto sobre el museo internacional del toque manual de campana.
Este proyecto prevé un espacio compuesto por más partes: una parte museográfica visitable donde hay una exposición, una parte de la escuela, una parte del campanario y otra parte que es el centro de estudio. Ahora falta el dinero para terminar este proyecto pero se estima que el MitMac debería estar terminado en 2025.
La escuela de campanas
La escuela de campanarios de Albaida es una institución pensada no solo para enseñar a tocar campanas, sino también para enseñar a arquitectos como restaurar un campanario.
En la planta baja de la escuela hay dos campanas que se pueden utilizar también para voltear y luego hay cinco más arriba que, juntas a las dos de abajo, representan el conjunto completo; la idea es que las campanas que hay dentro de la escuela tengan más o menos la misma nota que tienen las campanas que se encuentran en el campanario.
La ventaja de las campanas dentro de la escuela es que se pueden adaptar a diversas alturas, así que cuando hay gente que llega desde otras ciudades para aprender a tocar, aprende no solo voltear las campanas de Albaida, sino también las de su campanario.
