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LA PANDEMIA DEL SIGLO XXI

El silencio ya no es una solución para informar del suicidio

El futuro de la salud mental en los medios de comunicación y su tratamiento
El silencio ya no es una solución para informar del suicidio
Imagen: Manos escribiendo en un ordenador I Aurélien desde Pixabay
Autoría: Alba Conte Gazulla

VALENCIA. El suicidio es un problema que afecta a una media de 11 personas cada día en España, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), y cuya tasa supone un 8,3 por cada 100.000 habitantes. 2020 fue un año muy duro que afectó a gran parte de la población, incrementando en un 47% los problemas de salud mental en los menores de edad. Cada vez más expertos reclaman al poder mediático más información y, sobre todo, visualización para afrontar un problema en auge y potenciado por la cuarentena.

La salud mental sigue estando muy estigmatizada, hasta el punto que hablar de ello en los medios ha sido siempre un tema tabú. Sin embargo, cada vez la población se está concienciando más de la importancia de la salud mental y de los problemas mentales. A pesar de eso, esta cuestión aún se encuentra en un segundo plano.

Con la llegada de la cuarentena se comenzó a hablar más acerca de la salud mental. En la actualidad, la pandemia ha jugado un papel trascendental en las personas y, por tanto, en su conducta. Estar encerrados en casa, sentir soledad o afrontar pérdidas de seres queridos puede provocar todo tipo de trastornos mentales.

Según Natalia Martínez, psicóloga titulada por la Universidad de Deusto, la pandemia aumentó los trastornos mentales ya cada vez más psicólogos tenían que ayudar en asociaciones: “Durante la pandemia muchos tuvimos que separarnos de nuestros seres queridos, al final el individuo tuvo que enfrentarse solo ante un problema global como fue y es la Covid-19”.

El suicidio en los medios de comunicación

En los medios de comunicación siempre se ha evitado hablar del suicidio, pero hoy en día cada vez más instituciones intentan buscar vías comunicativas para contar una cuestión que está latente y que día a día adquiere mayor importancia.

Mano saliendo del ordenador dándole la mano al periodista

Los medios hacen de intermediarios de la información I Fuente: kiquebg desde Pixabay

Según Andrés Pemau, coordinador de la Plataforma nacional para el estudio y la prevención del suicidio, un gran problema a la hora de tratar un tema relacionado con el suicidio en los medios es la simplificación: “Simplificar las cosas no ayuda, y el suicidio son muchas cosas, no como lo cuentan normalmente”. “El suicidio es un grave problema de salud pública y hay que mostrarlo como se debe”, recalca.

Pemau insiste en que hay que hablar acerca del suicidio en los medios de comunicación, pero hay que hablarlo bien, contarlo sin dar unos datos innecesarios para entrar en el morbo: “Hablar del suicidio no va a hacer que más gente se suicide, todo lo contrario”.

Hasta ahora, el modelo comunicativo respecto al suicidio estaba basado en el silenciamiento de los casos ante el miedo a la imitación. Este efecto llamada se conoce como efecto Werther y, según la psicóloga Natalia Martínez, es una manera incorrecta de tratar el tema y muy peligrosa: “Si hablan de cómo una persona se ha suicidado y hablan específicamente de cómo lo ha hecho, por decirlo muy fríamente, puede dar ideas. Por ejemplo, en la serie de 13 Reasons Why hubo muchísimos suicidios por imitación”.

El efecto Papageno, por ejemplo, tiene como meta sensibilizar a la sociedad y tratar el tema evitando falsos mitos o creencias. Buscar el equilibrio informativo para intentar combatir conductas suicidas y prevenir mediante mecanismos de concienciación. En definitiva, un modelo que debe aparecer cada vez más en nuestros medios.

La OMS o el Ministerio de Sanidad, entre otros, en su intento de dar voz a la salud mental, han elaborado un manual para el tratamiento del suicidio en los medios. Aunque el efecto Werther sigue teniendo peso en los libros de estilo, se están buscando ya nuevas formas para comunicar este tipo de siniestralidad, ya que el silencio ya no es una solución.

Recomendaciones del Ministerio de Sanidad y la OMS

El Ministerio de Sanidad creó un manual especializado titulado “Recomendaciones para el tratamiento del suicidio por los medios de comunicación”. También, en 2020 el Ministerio publicó el “Decálogo de recomendaciones para los y las profesionales de los medios de comunicación al informar sobre el suicidio”. Estos escritos funcionan de protocolo para poder hablar del suicidio de forma eficaz, tratando los casos de suicidio como se debe y, sobre todo, empezar a darle visibilidad.

Cuatro de las recomendaciones que ofrece el Ministerio de Sanidad para tratar el suicidio en los medios de comunicación

Algunas de las pautas que ofrece el Ministerio de Sanidad I Fuente: Decálogo de recomendaciones para los y las profesionales de los medios de comunicación al informar sobre el suicidio

Las instituciones públicas y los medios deben concienciar a toda la ciudadanía de esta situación. Siempre se tendrá que aportar una información de calidad, además de contrastada y veraz, que cale en la mente de la gente, que sensibilice, a través de campañas dedicadas a la causa. Desde los medios podemos acabar con los mitos y con los estigmas que hay tanto sobre el suicidio como de la salud mental.

Además de estos manuales, la Organización Mundial de la Salud trasladó al papel una serie de recomendaciones para hablar de este tema en los medios. Según la OMS, no debemos hablar de ello desde un punto de vista sensacionalista e intentando no dar detalles innecesarios en la noticia. También, hay que tener cuidado con las cifras, ya que normalmente son subestimadas y siempre hay más suicidios en el mundo de los contabilizados.

El suicidio aún es un tabú y factores sociales y políticos generan un estigma sobre ello, pero el silencio informativo no es una opción. Estamos en frente a un problema de salud pública y es necesario seguir las recomendaciones establecidas para que los periodistas puedan dar voz a esta problemática.

El impacto de las nuevas formas de comunicar

Dejando de lado los medios tradicionales, como hemos destacado con anterioridad, uno de los colectivos más vulnerables y propensos al suicidio son los jóvenes. Su consumo mayoritario son las redes sociales y aunque en el periodismo mass media se debe dar voz a este tema, en las nuevas plataformas también.

Es importante que en las redes sociales haya fórmulas para intentar sensibilizar y ayudar a los jóvenes en situación de vulnerabilidad con información verificada y sin caer en el sensacionalismo o en el morbo.

En las nuevas plataformas comunicativas, al no haber filtros, la exposición a informaciones poco contrastadas o no avaladas por expertos puede provocar un efecto contrario al esperado. La psicóloga Natalia Martínez, respecto a esta idea de redes sociales y suicidio, reclama espacios dentro de las redes para exponer información dada por expertos: “El suicidio se está profanando o romantizando dentro de algunos canales, sin dar información real y creando informaciones erróneas”.

La importancia y labor de las asociaciones

“Los periodistas, sin lugar a dudas, tienen que opinar y hacer de intermediarios entre las asociaciones y la ciudadanía, pero hay que hacerlo de manera correcta y sabiendo”, declara Javier Jiménez, psicólogo clínico y miembro de la Asociación AIPIS, encargada de la prevención e intervención del suicidio y la ayuda a familiares y allegados en duelo por suicidio.

Asociaciones como la de Jiménez dan apoyo a familias y ayudan a las personas a hacer frente a situaciones límite como es el suicidio. A nivel nacional, encontramos otras organizaciones encargadas de esta problemática: Fundación Española para la Prevención del Suicidio y Asociación de Profesionales en Prevención y Postvención del Suicidio.

La segunda asociación sin ánimo de lucro tiene cómo objetivo la prevención mediante la comunicación activa de la mano de profesionales. Además, intenta ayudar y acompañar en los diferentes procesos y trastornos que pueden sufrir las personas en relación con la conducta suicida.

Personas dándose la mano mientras se apoyan entre ellos

Manos unidas I Fuente: Bob Dymt desde Pixabay

“Existen diferentes tipos de víctimas de suicidio. Unas son los familiares de alguien que se ha suicidado, esos son los supervivientes. Otras víctimas también son quienes se han intentado suicidar —explica Jiménez—. Se trate de un tipo de víctima u otro, no hay suficientes redes de apoyo, siendo en algunos totalmente inexistentes”.

Según Javier Jiménez, se deberían crear campañas contra el suicidio para dar más visibilidad a este problema: “al igual que existen las campañas de accidentes de tráfico, tendrían que existir las de difusión de prevención del suicidio”. “Lo han hecho en otros países y se ha demostrado que son efectivas. Solo se necesita que las orienten profesionales que sepan”, apunta.

Cada vez las personas están más concienciadas de la importancia de la salud mental y a nivel social se le da más valor, pero, según el psicólogo clínico de AIPIS, a nivel económico no, porque “apenas hay presupuesto en los programas de prevención del suicidio”.

El psicólogo Javier Jiménez opina que lo primordial para intentar prevenir el suicidio es tener una red de profesionales cualificados: médicos, auxiliares, psicólogos, etc. Sin embargo, a la mayor parte de los ingresos por intento de suicidio simplemente se les administra un psicofármaco para intentar curar el trauma, pero, según Jiménez, lo que de verdad se necesita es psicoterapia: “yo siempre lo he dicho: la salud mental es la hermana pobre de la sanidad”, declara.

El suicidio es un problema global que necesita un antídoto tanto a corto cómo a largo plazo. Es una cuestión de salud pública en el que todas y todos estamos implicados. Prevenir, ayudar y orientar son acciones que pueden salvar vidas y está en las manos de las instituciones, de los medios y de la ciudadanía poner remedio a esta epidemia.

Si necesitas ayuda

Si tienes pensamientos suicidas o conoces a alguien que los tenga puedes recurrir al 024, la línea de atención a la conducta suicida del Ministerio de Sanidad. Se trata de un teléfono que ayuda a las personas con pensamientos, ideaciones o riesgo de conducta suicida, y también ofrece ayuda a familiares y allegados a través de una escucha activa por profesionales. El 024 es un teléfono nacional, gratuito, confidencial y disponible las 24 horas del día, los 365 días del año.

También existe el Teléfono de la Esperanza 717 003 717, un medio que proporciona ayuda emocional a aquellas personas que se encuentran en situación de crisis. Es una línea gratuita y anónima que cuenta con un voluntariado formado y comprometido.

Subtema: Sociedad
Territorio: España