Complicado, pero no por ello imposible: pequeños negocios nacidos en tiempos de plena pandemia
Durante los 18 meses más duros de la pandemia, el mundo laboral a nivel mundial se vio críticamente afectado por el gran número de despidos y el cierre de negocios, muchos de estos pequeños y tradicionales. Según las estadísticas del INE, hasta 1.558 empresas fueron disueltas durante este último año, pero, por el contrario, se crearon 5.907 nuevas empresas. Muchas de estas son pequeños negocios convencionales, como es el caso de la barbería que Antonio fundó el pasado septiembre de 2021, tras ser despedido de la barbería en la que trabaja anteriormente junto a otro barbero, propietario de esta.
Según Antonio, la principal razón que le animó a construir un nuevo negocio en tiempos difíciles, fue el modelo de negocio del que se trataba, ya que personalmente le gustaba, pero sobre todo por las ventajas que este ofrecía: “a pesar de estar en un mal momento tiré hacia delante, porque como la inversión no era muy fuerte el riesgo tampoco lo era”. Durante sus inicios, el negocio evolucionó de forma positiva y él explica que los principales factores son “una cartera fiel de clientes antes de arrancar y la suerte de que la barbería esté en una ciudad pequeña como Ciudad Real”. Por otro lado, una de las principales consideraciones a tener en cuanta con la creación de nuevos negocios en estos tiempos, es la especialización de estos mismos. Antonio explica su visión personal sobre el tema: “habría que analizar la situación detenidamente, pero al final tienes que adaptarte al mercado y si uno ve que la gente no quiere moverse, igual encuentro un nicho de mercado siendo peluquero a domicilio, aunque para mí sería algo duro”.
Otro gran problema dentro de la crisis de los comercios durante la pandemia fue el despido masivo de empleados de muchas empresas. Durante 2021 el número de despidos colectivos se disparó un 72,3% con respecto al año anterior. Esto suma un total de 14.840 afectados por situaciones de despidos, al que se le añaden 36.398 afectados por situaciones de suspensión de contrato o reducción de la jornada laboral. Sin embargo, el caso de Antonio es diferente, su despido fue de un pequeño negocio convencional, similar al que él creó tiempo después. Antonio cuenta que “al venir de una situación de trabajar para otro y de vivir lo complicado que se pone todo cuando vienen momentos difíciles, no aguantaría la presión de tener a alguien dependiendo de mi negocio”.
Actualmente, Antonio es autónomo y lleva su negocio él solo, algo que conlleva varias dificultades, pese a que tiene contratado un gestor: “lo más complicado es el tema de controlar bien todos los pagos y cargos, es algo que tienes que llevar al día porque, aunque cuentes con la ayuda de un gestor, tú eres el que tiene que estar atento”. A fin de cuentas, Antonio ha pasado tanto por la experiencia de ser empleado y de ser propietario: “siendo tu propio jefe sabes que el resto de días del mes vas a tener que apretar porque tienes que llegar ciertos números, pero como ventaja eres tú el que se organiza la jornada y no tienes que andar pidiendo favores cuando surjan problemas”.
