Usted está aquí: Inicio / Grupo D / Adiós al último videoclub de Zaragoza tras más de 30 años alquilando películas
COMERCIO

Adiós al último videoclub de Zaragoza tras más de 30 años alquilando películas

Adiós al último videoclub de Zaragoza tras más de 30 años alquilando películas
Imagen: Carlos Ramo en su videoclub, Puerta Sancho I Eduardo Ramírez

VALENCIA. El videoclub de Zaragoza Puerta Sancho dejará de prestar servicio en diciembre tras 33 años alquilando DVD y VHS. Carlos Ramo y María Carmen Andrés montaron en 1989 este negocio en el barrio de La Almozara, una tienda que actualmente se ha reconvertido y seguirá abierta vendiendo revistas, periódicos y chucherías.

En los años 90 y principios de los 2000 el mercado de los videoclubs comenzó a expandirse por España. Sin embargo, cuando María Carmen Andrés levantó el negocio apenas existían videoclubs en Zaragoza: “Mi mujer fue quien abrió el videoclub, en ese entonces solo había dos en La Almozara. Cuando vimos que funcionaba dejé mi trabajo para atender también la tienda. En poco tiempo empezaron a aparecer más y más comercios iguales por el barrio”, alega Carlos Ramo.

Películas apoyadas en una estantería dentro del videoclub Puerta Sancho en Zaragoza

Películas en el videoclub Puerta Sancho I Eduardo Ramírez

“Recuerdo cuando venían a la tienda amigos y familiares, sobre todo los viernes y sábados, para comprar películas y verlas en sus casas”, cuenta el dueño de Puerta Sancho. Ya en los 90, Carlos Ramo y María Carmen Andrés llenaban todas las estanterías del negocio con cintas. “En esos tiempos los fines de semana la tienda se vaciaba porque los clientes se llevaban todas las películas”, apunta.

Los grandes competidores

La primera crisis de los videoclubs llegó cuando aparecieron las cadenas de televisión privadas: “En ese entonces se notó cómo las ventas bajaron, por eso comenzamos también a vender prensa. Además, aunque muchas tiendas desaparecieron, nosotros decidimos seguir”, declara Ramo.

Con el auge de estos establecimientos, en 2000 aparecieron franquicias gigantes de videoclub: “Grandes cadenas como Blockbuster o Drugstore entraron al mercado. Era imposible competir contra ellas porque siempre traían novedades de películas. A pesar de eso tuvimos una oportunidad porque vetaron a la Warner en estos comercios, entonces los clientes seguían viniendo a nuestra tienda, pero solo para esas películas”, recuerda.  

La mayor crisis que pudieron experimentar los videoclubs fue con la aparición de Internet, la piratería online y, sobre todo, las plataformas de streaming. “Internet y las nuevas plataformas han sido el final de los videoclubs”, afirma el propietario.

Fachada del videoclub Puerta Sancho en el barrio de la Almozara en Zaragoza

Fachada del videoclub Puerta Sancho I Eduardo Ramírez

“Hace un mes y medio incorporamos el último DVD. Mi mujer y yo hemos decidido no adquirir más porque no podemos cubrir el coste. Las cintas que tenemos intentaremos venderlas el año que viene a coleccionistas”, apunta Carlos Ramo. “El DVD ha llegado a su fin y es una pena. Estos 30 años vendiendo películas en el barrio han sido preciosos y me quedo con eso”, expresa.

“La sociedad está continuamente cambiando y con ello los formatos audiovisuales”

Con la digitalización, las formas de consumir series y películas se han actualizado y han cambiado. Según el informe de junio de 2022 publicado por Barlovento Comunicación, el 79,4% de los españoles tienen acceso a contenidos de pago en la televisión. Además, cada individuo tiene un acceso de media a 2,7 plataformas de pago, y solo el 9,4% aseguran no tener ningún tipo de gasto en estos servicios OTT.

Según Rosanna Mestre Pérez, licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Valencia, los videoclubs existieron y funcionaron en su tiempo porque “respondieron a las condiciones sociales y tecnológicas de esa época”. “Desde una perspectiva global, estos comercios forman parte de la evolución de la industria, aunque sí, en términos nostálgicos son una pérdida. A pesar de eso, la mayoría de la gente ha cambiado sus hábitos y con ello han aparecido nuevos formatos audiovisuales”, declara la profesora.

En cuanto a las plataformas de streaming, la pandemia supuso un antes y un después para este tipo de servicios: “el confinamiento reforzó mucho estas plataformas —considera Mestre—, sirvieron para cubrir un papel muy importante cuando otras formas de consumo audiovisual eran más difíciles de adquirir. Las plataformas streaming han sido y son muy importantes”.