Vuelve a casa, vuelve
El Foro Económico Valenciano 2022 sobre el salto de la economía a la nueva era digital tanto en la Administración como en las empresas tecnológicas, 'startups' o centros de innovación, tuvo lugar en el día de ayer, en Innsomnia Accelerator de la Marina de Valencia. La mesa redonda estaba formada por: Alfred Costa, director general de À Punt; Vicente Andreu, productor ejecutivo de Marena Social; y Toni Benavent, fundador de Albena Produccions, que se dieron cita en el Salón de Actos de la base 15b para debatir sobre el panorama actual del audiovisual valenciano y la fuga de cerebros.
La transformación digital está cambiando por completo la manera de consumir contenido y la cadena de televisión pública, À Punt, se quiere postular como el motor de este cambio. Los ponentes quisieron, en primer lugar, poner en valor la creación del audiovisual en sí explicando la complejidad del contenido de ficción. “Hay contenidos que no están para ser consumidos a 1,5x de velocidad y se hace. Es una elegía”, afirmó Alfred Costa. Para poner en contexto, Vicent Andreu explicó que “un capítulo de Netflix, tiene el presupuesto de una o dos temporadas de una serie de Á Punt”. Sin embargo, el impacto económico del Covid 19 igualó la situación con las grandes plataformas, aunque Benavent matizó “para llegar a competir necesitamos más fuerza”.
“Hay que generar estabilidad para que vuelva la fuga de cerebros”, afirmó el director general de Á Punt haciendo referencia a todos los jóvenes valencianos que emigraron a otras comunidades autónomas con el cierre de Canal Nou. “En lo artístico y en lo técnico, Valencia es una gran ciudad”, dijo Benavent para explicar los grandes profesionales que hay para que la Comunitat se convierta en un hub audiovisual. Vicent Andreu quiso ser realista y decir que “a día de hoy, no es una industria”, pero Costa sacó pecho exponiendo la labor de Á Punt como inversor en grandes producciones nominadas a los premios Berlanga y afirmó que su objetivo “son los Goya”.
Benavent, volvió a insistir en el valor de lo autóctono, explicando que el hecho de que un producto sea autonómico (refiriéndose a la producciones audiovisuales de ficción), “no significa que no pueda ser internacional”. Para cerrar el bloque, Costa contó que, tras la pandemia, se dieron cuenta que la gente también quería saber qué es lo le ocurría a nuestros vecinos, y no solo lo que pasaba en el extranjero, “nuestra mayor fortaleza es la proximidad”.
Sin embargo, los ponentes no quisieron dejar pasar la oportunidad las limitaciones que, al trabajar dentro del sector público, sufren. En primer lugar, Vicent Andreu reprochó que “los políticos han creado leyes que restringen de gran manera el potencial y con estos mimbres, es muy complicado obtener réditos”. El director de À Punt dejó claro que al ser una televisión pública su labor es generar entretenimiento y mejorar la sociedad, por tanto, “por cuestión de códigos, no vamos a permitir a la ficción llegar dónde llegan vuestros gustos”; aunque avanzó que a partir de enero, lanzarán una oleada de contenidos digitales con youtubers y tiktokers. Benavent quisó buscar un punto medio y contó que, bajo su experiencia como productor, “nos movemos permanentemente en esa búsqueda entre los parámetros de la televisión pública y los intereses de los jóvenes, normalmente lo conseguimos a través del humor”.
Por último, haciendo referencia al título de la mesa redonda “El futuro es veloz”, Costa confesó la dificultad que tiene la televisión en moverse en un sector que está “en constante movimiento”, aunque se mostró optimista de cara al futuro. Andreu mandó un mensaje retórico: “Hay que pisar el acelerador a tope” y apeló a los estudiantes de periodismo que estaban sentados en el salón de actos para intentar hacerles partícipes “estaría genial tener una comunicación fluida con el público para saber si un producto interesa o no”.
