Qatar, un Mundial de polémicas
VALENCIA. Ya ha comenzado el Mundial de Fútbol en Qatar , el torneo más esperado para todos aquellos millones de aficionados del fútbol. No es solo el más grande a nivel de equipos -ya que es el único en el que se enfrentan países de todo el mundo- si no también el que más dinero genera. La FIFA (Fédération Internationale de Football Association) y los grandes inversores son los encargados de financiar y llevar a cabo la organización de esta gran competición de fútbol masculino.
Este año, el país anfitrión es uno de los más ricos del mundo, pero en los últimos días no se le ha conocido solamente por las grandes cantidades de dinero que mueve. Qatar ha querido enseñar al planeta su mejor rostro como nación, del mismo modo que ha querido demostrar su valía para convertirse en una de las capitales del deporte, pero no ha podido ocultar las profundas carencias en derechos humanos que caracterizan al país.
Qatar es un país en el que se producen violaciones sistemáticas de los derechos humanos. El sometimiento a la mujer, la persecución a los miembros del colectivo LGTBI+ y la censura a la prensa libre también caracterizarán el Mundial de 2022, así como las prácticas abusivas a los trabajadores y trabajadoras migrantes. Para levantar todos los estadios de los que Qatar carecía y en los que ahora vive la emoción, 6.500 trabajadores migrantes han perdido la vida, según fijó el diario británico The Guardian en febrero del año pasado.
“La FIFA debería dar ejemplo, no ejercer la represión” (Steve Cockburn, director de Justicia Económica y Social de Amnistía Internacional)
Cuando este país fue elegido como sede para el gran torneo, ya había conocimiento sobre la frecuente violación de derechos humanos y la falta de infraestructuras necesarias para soportar el Mundial. La única forma de llegar a tiempo ha sido mediante largas jornadas laborales bajo condiciones climáticas extremas, lo que ha hecho posible la celebración de este gran acontecimiento. Bangladesh, Nepal, la India, Kenia, Pakistán o Sri Lanka son algunos de sus países de origen y suponen casi el 95% de los trabajadores de la Copa del Mundo. Estas personas decidieron moverse a Catar -cuarto país con la renta per cápita más alta del mundo- para poder enviar dinero a sus casas.
“No nos olvidemos de los trabajadores migrantes que hicieron posible este campeonato. Deben ser plenamente indemnizados por los abusos indescriptibles que sufrieron.” (Steve Cockburn)
Restricciones
La política de Qatar contra los derechos de las personas LGTBI+ es uno de los temas que más polémica está generando y sobre lo que más se está hablando en redes sociales. Esto ha generado desinformación y muchas dudas sobre lo que está permitido y no en esta edición del Mundial.
Qatar forma parte de la lista de países en el mundo que, actualmente, criminaliza las relaciones entre personas del mismo sexo. Según recoge Amnistía Internacional en su Código Penal, siguen tipificadas las relaciones sexuales consentidas entre hombres como un delito punible con hasta 7 años de prisión (artículo 285). Su artículo 296 también especifica los delitos de “conducir, instigar, o seducir a otro varón de cualquier manera a cometer un acto de sodomía o inmoralidad”.
Mark Bullingham, jefe ejecutivo de la FA (Football Association), garantizó que la policía de Qatar no perseguiría a las personas del colectivo LGTBI+, pero sus palabras no tranquilizaron a los fans del fútbol, que continúan preocupados por las estrictas leyes homófobas y tránsfobas del país. Un ejemplo de ese desconcierto se ve en el siguiente tweet.
Saskia Niño de Rivera es una aficionada que forma parte del colectivo LGTBI+. En una entrevista que le concedió a un diario digital mexicano Reporte Índigo confesó que tenía la intención de pedirle matrimonio a su novia durante un partido en el Mundial de Qatar, pero al conocer las leyes del país, Niño de Rivera descartó esta idea.
“Como lesbiana, es realmente duro para mí sentir y pensar que iríamos a un país donde no sabemos lo que puede pasar ni cómo podríamos estar seguras. Fue una decisión realmente difícil” (Saskia Niño de Rivera)
Con todas las polémicas que están acompañando al inicio de esta Copa del Mundo y aún con las consecuencias de las restrictivas normas del país anfitrión, se están viendo actitudes reivindicativas por parte de aficionados, deportistas y periodistas. La selección alemana representa uno de estos casos; en su debut, los jugadores decidieron taparse la boca en señal de protesta. Fue un acto contra la cesión de la FIFA ante Qatar para prohibir que los futbolistas llevasen el brazalete arcoíris como muestra de solidaridad con el colectivo LGTBI+.
“Aplaudimos la valentía de los jugadores y equipos que han alzado la voz sobre los derechos humanos y esperamos que sigan haciéndolo” (Steve Cockburn)
