Escribir como forma de terapia
La tarde del día 22 de noviembre en la Facultad de Filología, traducción y comunicación de la Universidad de Valencia, tuvo lugar una charla con Eva Perarnau. La charla giró en torno de su autobiografía Aceras, que trata de la salida del armario de una joven lesbiana en el tardofranquismo. La charla fue organizada en el marco del curso Políticas de género y teorías del discurso.
Al entrar en el aula, se nos presentó un ambiente acogedor: Eva y Amparo Perarnau, una pareja de mayor edad, sentadas en dos sillas en el frontal; los bastones de Eva apoyados en la pared de al lado. La profesora del curso Políticas de Género y Teorías del Discurso, Awatef Ketiti, abrió la charla sobre Aceras, la primera novela de Eva. También inició una videollamada hacia Perú e Italia, para que dos mujeres puedan participar desde lejos.
Awatef abrió la charla dirigiéndose a Eva con la pregunta de por qué decidió escribir su libro. Eva explicó que, si iba escribir un libro, para ella era claro que iba a ser sobre el tema de su salida del armario. Detalló que “era una terapia escribir” su libro y que nunca antes se había planteado tanto su propia experiencia como al escribir la autobiografía. A continuación, Eva procedió a exponer brevemente el contenido de su novela.
Indicó que el libro estaba dividido en dos tramas: La primera parte abarca la vida de la protagonista de sus doce a los veinte años, que era antes de su salida del armario. La segunda trata de lo que vino después. En el período de doce a veinte la protagonista empezó a darse cuenta de que le gustaban las chicas. Este período lo vivió como si no fuese viviendo realmente, siempre pretendiendo de ocultar su verdadero yo. Estaba plenamente convencida de que ella era la única del mundo a la que le gustaban las chicas. Su mundo auténtico y real era únicamente interior, un mundo marcado por sufrimiento y duda de sí mismo. Y “a partir de la salida del armario, fue vivir”. Aunque significaba dificultades con su familia, era lo que por fin le hacía sentirse feliz.
Sus padres, aunque eran un poco más liberales, han necesitado un buen tiempo antes de empezar a aceptar que su hija era homosexual. “Eso se te va a pasar”, es lo que le solían decir. Al igual que la opinión de sus padres, la protagonista notó como la sociedad española, en la época de los años sesenta a setenta, de no hablar de ese tema, pasó a abordarlo cada vez más. Observó como el ambiente LGBTQ se movía, sobre todo tras la despenalización de la homosexualidad en 1978. La eliminación de la homosexualidad como supuesto de peligrosidad fue como una liberación de la gente, como un empoderamiento, como explicó la autora. De repente había chicas o chicos cogidos de la mano, que a Eva le dio “una felicidad inmensa” ver – “es como respirar”. La pareja de Eva, Amparo, aseguró que “primero vienen las leyes, que normalizan, que apoyan y que protegen. Y luego la Sociedad”.
Después de presentar su novela, Eva pasó a responder preguntas del público, tanto las de las personas presentes como de las dos mujeres que habían participado en la charla desde Italia y Perú. Muchas preguntas giraron en torno a los posibles obstáculos y dificultades que pueden surgir para los hijos de una pareja homosexual y cómo fue en su propio caso con sus dos hijas adoptadas y la hija biológica de Eva. Amparo y Eva estaban de acuerdo de que lo más importante es ir con la cabeza alta, sin intentar de ocultar nada. Las hijas en algunos momentos sique han sentido que, por ejemplo, formularios no eran aplicables a su forma de familia, pero también es verdad que sus amigas siempre las han apoyado, como explicó Amparo.
Para facilitarles la situación a sus hijas y a otros hijos e hijas de parejas homosexuales, Eva y Amparo han montado una asociación de padres. Esta se dedica a unir hijos e hijas de familias LGBTQ para que conozcan a otros que están en una situación similar. Se trata de enseñarles que no están solos, que, en el caso de las hijas de Eva y Amparo, no son las únicas hermanas con dos madres y sobre todo se trata de normalizar la situación.
“Conocer a otras personas que pasan por algo parecido que por lo que pasas tu ayuda muchísimo”, dijo Amparo. Para ella y su esposa, sin embargo, fue diferente. No conocían a nadie, y, por lo tanto, tuvieron que pasar por un proceso interno muy duro. Pero, aun así, se imaginaban el estar con una mujer como la mayor felicidad. En el caso de Eva y Amparo, la historia tiene un buen final. Llevan juntas desde los veinte años, y en cuanto la ley lo permitió, se casaron. Siguen juntas desde entonces, desde hace ya más de cuarenta años.
Al final de la charla, las personas del público tuvieron la oportunidad de comprar la autobiografía presentada, cosa que unos cuantos hicieron. Eva se tomó el tiempo de escribir una nota personal a cada uno de ellos en su ejemplar recién comprado.
Fue una charla muy interesante con una perspectiva del pasado llena de anécdotas y un intercambio muy bonito entre dos generaciones.
