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Anticoncepción

El gran caos de los métodos anticonceptivos

La búsqueda del anticonceptivo adecuado supone un gran reto para muchas mujeres. Sin embargo, muchos no están suficientemente informados sobre las ventajas e inconvenientes exactos.
El gran caos de los métodos anticonceptivos
Imagen: El grito del Sur

Es un tema que nos afecta a todos: Los anticonceptivos. Desde sus principios hasta el día de hoy se han desarrollado varios tipos de anticonceptivos diferentes. Todos tienen sus ventajas y desventajas, y ninguno es perfecto. Para las mujeres en particular es un tema molesto que puede ser sobrecargante y parecer un libro sin final, una larga búsqueda sin solución satisfactoria. Se busca un método que sea seguro, sencillo en su aplicación y sin efectos negativos en nuestros cuerpos.

Existen varios tipos de anticonceptivos - de barrera, hormonales, intrauterinos, naturales y permanentes. La mayoría de ellos son de uso femenino: Del alrededor de 20 métodos existentes tan sólo dos son para los hombres – el perseverativo y la vasectomía.

 

Los anticonceptivos de barrera, como los preservativos, el diafragma, los espermicidas o la esponja vaginal consisten en impedir el paso del eyaculado hacia el útero. Son métodos que se aplican antes de la relación sexual y se retiran posteriormente. Estas “barreras” anticonceptivas pueden ser de tipo mecánico, como los preservativos, químico, como los espermicidas que impiden la movilización de los espermatozoides, o una combinación de los dos como el diafragma o la esponja vaginal impregnados de espermicida que se introducen en la vagina. La ventaja de este tipo de anticoncepción es que no tiene efecto ninguno en la fertilidad de la mujer, ya que son naturales y no interfieren en su ciclo ovárico. Sin embargo, los espermicidas pueden tener efecto irritante en la vagina. En contraste, los preservativos no tienen ningún efecto secundario y son el único método que protege contra las infecciones transmitidas por relaciones sexuales.

 

Los anticonceptivos hormonales son aquellos que funcionan a través de hormonas artificiales que se desprenden a la circulación sanguínea de la mujer de diferentes modos. Estas hormonas evitan la fabricación de óvulos, hacen que el moco cervical se vuelva espeso para impedir el paso de los espermatozoides al útero y disminuyen el desarrollo del revestimiento del útero. El método hormonal más usado es la píldora, pero también hay otros como el anillo vaginal y el implante o el parche anticonceptivo. Estos métodos se diferencian en el modo de aplicación, que puede ser oral, a través de la piel o la vagina; pero actúan de la misma manera. Con la excepción del implante, que permanece bajo la piel durante tres años, estos métodos son aplicados en intervalos regulares con una pausa en medio. No tienen que ser aplicados antes de cada relación sexual como los anticonceptivos de barrera, aunque sique hay que acordarse de su aplicación después del interval de pausa o, en el caso de la píldora, diariamente. Los anticonceptivos hormonales tienen una alta eficiencia, sin embargo, interfieren en el equilibrio hormonal natural de la mujer, por lo cual se pueden presentar efectos secundarios. Estos pueden ser: Alteraciones en el estado de ánimo hasta estados depresivos, aumento de peso, impurezas de la piel, trastornos hemorrágicos, tensiones pectorales y más.

 

Los anticonceptivos intrauterinos consisten en la inserción en el útero por un ginecólogo, donde permanecen durante tres a cinco años o más. Existen dispositivos de cobre y de hormonas.

El DIU de hormonas es un dispositivo en forma de T que desprende hormonas localmente, teniendo casi los mismos efectos que los anticonceptivos hormonales mencionados. Aunque las hormonas sólo se emiten a nivel local y no pasan al torrente sanguíneo, los efectos secundarios también son similares. El dolor y la intensidad de la menstruación se reducen considerablemente. En algunos casos, la menstruación se detiene por completo.

El DIU de cobre, en vez de desprender hormonas, constantemente libera cantidades ínfimas de cobre. El cobre inhibe los espermatozoides en su camino hacia las trompas de Falopio y altera el desarrollo del revestimiento uterino. También existe la bola y la cadena de cobre que funcionan de forma analógica. Ventajas son que, con una seguridad anticonceptiva alta, no interfiere en el equilibrio hormonal. Sin embargo, al contrario al DIU hormonal, la menstruación suele aumentar y prolongarse y puede ser más dolorosa.

Los anticonceptivos intrauterinos tienen la ventaja de que durante un período prolongado no hay que pensar en la anticoncepción. La inserción del DIU puede ser dolorosa y su posición correcta debe ser revisada por un ginecólogo cada 6 meses.

 

Los anticonceptivos naturales evitan el embarazo sin la necesidad de introducir hormonas ni dispositivos o barreras en el cuerpo de la mujer. Con la excepción del coito interrumpido, que es el método anticonceptivo más inseguro y se produce al retirar el pene de la vagina antes de la eyaculación, los métodos naturales hacen uso del ciclo natural de la mujer. Se basan en la observación de síntomas naturales de fertilidad.  Hay diferentes modos de los que las fases fértiles e infértiles pueden ser determinadas.

El método más antiguo es el método del ritmo o de Ogino-Knaus: Desde la duración media del ciclo de una mujer se asume que la ovulación tiene lugar justo en la mitad del ciclo. De este modo se calculan los días fértiles que, teniendo en cuenta el tiempo de supervivencia del espermatozoide y del óvulo, son los 5 días alrededor de la ovulación. Estos son los días en los que se debe abstenerse de sexo. Sin embargo, como cada ciclo es diferente y puede durar más o menos días que el ciclo anterior, el método del ritmo ofrece poca protección contra el embarazo.

Otra posibilidad natural de detectar los días fértiles con mucha más seguridad es el método sintotérmico. Al usar este método, se combina la observación de la temperatura basal con las características del moco cervical o del cuello uterino y se evalúan en doble control.

La temperatura se mide diariamente después de despertarse y se registra en una hoja de ciclo. En el momento de la ovulación, la temperatura baja significativamente y aumenta de forma comparativamente brusca aproximadamente uno o dos días después de la ovulación. A partir del tercer día con una temperatura elevada empieza la fase infértil. Esta acaba ocho días antes del aumento de temperatura del ciclo siguiente. De este modo se configura una ventana temporal en la que la mujer es fértil. Comparando la temperatura con el moco cervical, que se vuelve mojado y trasparente en la fase fértil o el cuello uterino que es más suave y abierto, el comienzo y fin de la fase fértil se dejan determinar con una seguridad aún más alta.

Los anticonceptivos naturales tienen la gran ventaja de no intervenir en el ciclo natural de la mujer. Por lo tanto, no surgen efectos secundarios y si las normas del método sintotérmico se aplican correctamente es muy seguro. Además, las mujeres llegan a conocer su propio cuerpo y su ciclo ovárico. Por otro lado, hay factores como enfermedad, insomnio o alcohol que influyen en el análisis de los datos y deben tomarse en cuenta. Por eso es necesario un esfuerzo personal para aprender este método. La observación de los datos sintotérmicos debe practicarse durante seis meses antes de usarlo para familiarizarse con el método y conocer el propio ciclo. Además, conlleva la necesidad de períodos de abstinencia en la fase fértil para contar con la seguridad de este método. Estas fases también pueden complementarse con otro método anticonceptivo, aunque la seguridad en tal momento es la del anticonceptivo alternativo.

 

Por último, los anticonceptivos permanentes son diseñados para la infertilidad permanente, por lo cual la decisión de aplicarlos debe ser bien pensada. La esterilización puede realizarse tanto en hombres como en mujeres, aunque es mucho más fácil de realizar en los hombres y conlleva menos riesgos que en las mujeres.

La vasectomía es un método anticonceptivo para el hombre altamente efectivo. Es una operación quirúrgica en la que los conductos deferentes de los dos testículos se cortan para que no puedan entrar más espermatozoides en el eyaculado. La capacidad sexual de experimentar la erección y el orgasmo con eyaculación siguen siendo posibles. En principio, es posible revertir una vasectomía, pero sin ninguna garantía de éxito.

La ligadura de trompas es un procedimiento quirúrgico que consiste en bloquear las trompas de Falopio o, con menor frecuencia, retirarlas parcial o totalmente. De este modo, se bloquea el paso de los óvulos para que no puedan entrar en contacto con espermatozoides. La efectividad es alta y las posibilidades de éxito para revertir la intervención son bajas.

 

La siguiente tabla ofrece una perspectiva general de los diferentes tipos de anticonceptivos, así como sus costes en España y el índice de Pearl. El índice de Pearl indica cuántas de 100 mujeres usando el mismo método anticonceptivo durante un año quedan embarazadas. Por ejemplo, el índice de Pearl del preservativo, que es el anticonceptivo más usado en España (31,3%) se sitúa entre el 2 y 12%. Esto significa que de 100 mujeres que usan este anticonceptivo durante un año, cómo mínimo dos y hasta doce de ellas se quedan embarazadas. En comparación, la píldora, que es el segundo método más usado (18,5%), muestra un índice de Pearl mucho más bajo, de 0,1 - 0,9%:

¿Pero cómo se elige entre la cantidad de anticonceptivos que existe en el mercado, si ninguno es perfecto y además la educación sobre este tema es insuficiente? En cuanto a los anticonceptivos, el sistema escolar español mayoritariamente educa sobre el uso correcto del preservativo, pero la información sobre las ventajas y las desventajas de otros anticonceptivos existentes deja mucho que desear. Veamos cuáles son los métodos de anticoncepción más usados en España y cómo se distribuye su uso:

Ranking de los principales métodos anticonceptivos utilizados por las mujeres españolas en 2020

Como se puede comprobar, el preservativo y la píldora son los anticonceptivos más utilizados. Esto podría ser debido tanto a la accesibilidad como al hecho de que la información proporcionada sobre estos dos métodos es la más pronunciada.

 

Más allá de la teoría y los datos, también es importante tener en cuenta las experiencias personales, ya que la percepción de un determinado anticonceptivo es siempre subjetiva y depende de las preferencias y experiencias de cada uno. Carla Ibáñez, de 25 años, habla de sus experiencias acerca de tres métodos anticonceptivos, de la educación e información que ha recibido y sobre su opinión después de ocho años de experiencia personal.

 

"Todo este tiempo me he estado metiendo algo de que realmente no sabía lo que era, donde simplemente confiaba en el médico y en sus conocimientos. En ningún momento me dijo claramente ‘estos son los efectos secundarios que pueden ocurrir, y son graves, piénsatelo bien, porque también existen otros métodos’." Carla fue a ver una ginecóloga por el tema de los anticonceptivos a los 16 años. La ginecóloga sin dudar le prescribió la píldora que además de evitar el embarazo supuestamente también iba a mejorar sus impurezas de piel. Pero no le explicó el funcionamiento de la píldora ni los efectos secundarios que podía tener, y como Carla tenía 16 años y tomar la píldora era considerado “algo que todas las chicas hacen”, no le dio muchas vueltas. Y ahí empezó un largo período de calambres, bruscos cambios de humor y dolor menstrual tan excesivo que se desmayó varias veces. Sin embargo, cada vez que fue a ver a la ginecóloga, esta no se ocupó de sus quejas y se limitó a recetarle píldora tras píldora diferente, “que seguro que tenía que ver con la composición de las hormonas”. Incluso le aconsejó que tomara la píldora sin interrupción debido a sus dolores intensos. No fue hasta su cambio de ginecóloga al empezar sus estudios en una ciudad diferente que le recomendaron de abandonar la píldora, después de cuatro años con este anticonceptivo.

 

Después de dejar la píldora su menstruación se detuvo durante tres años, lo normal siendo medio año. Acudió a controles de seguimiento regularmente, y en cada una le dijeron que la formación de folículos (estructura anatómica en la que se desarrolla el óvulo) se había detenido y que no parecía que iba a ponerse en marcha por sí mismo. “Tenía la sensación de estar perdiendo el sentido de mi cuerpo, de que todo se había roto de alguna manera, y me dije a mí misma: Vale, se acabó, no es algo en lo que pueda influir. Pensé, y esto también me lo dijeron, que no me volvería a bajar la regla, que nunca podría tener hijos.” Tan sólo le quedó esperar, y en cierto punto, después de tres años, su ciclo menstrual se equilibró por sí mismo y su regla volvió.

 

Después de esa experiencia, Carla naturalmente ya no quería nada que ver con hormonas. Aunque con el uso de condones siempre se sentía segura y agusta, sique era algo molesto por la necesidad de tener que pensar en ello al tener relaciones sexuales. El disparador para buscar un anticonceptivo distinto fue desde que está en una relación comprometida. "Simplemente tenía sentido buscar algo a largo plazo que ambas partes pudieran olvidar".

 

Se enteró más y más, a través de amigas, pero principalmente a través de las redes sociales, que mujeres dejaban de usar anticonceptivos hormonales por los efectos secundarios que conllevan, y que pasaron a otros métodos como el dispositivo intrauterino (DIU). El DIU de cobre le pareció buena idea porque no funciona a través de hormonas y simplemente está ahí y se queda de 3 a 5 años. Se tomó su tiempo para informarse. Fue al ginecólogo para obtener más información, habló con personas que ya usaban es DIU y se informó por su cuenta en el internet o mediante informes en YouTube. Como hacía falta un procedimiento para insertar el DIU y tenía que llevarse a cabo en un momento específico en el ciclo, no era algo como la píldora que simplemente se prescribe y la tienes. De todas maneras, le pareció bien y optó por el DIU.

La inserción fue muy dolorosa, y Carla no podía ni andar a casa. “Tuve que coger un taxi para 500 metros, el taxista pensó que le estaba tomando el pelo.” Pero después de dos días, el dolor pasó, y tras dos semanas más dejó de notar que había un cuerpo extraño en su interior. Desde entonces, sus dolores menstruales han aumentado, pero sin comparación con los dolores que sufrió con la píldora.

El DIU le resulta muy cómodo y es el anticonceptivo más agradable que ha probado hasta ahora. Sin embargo, también dice que no volvería a hacerlo porque no es posible una planificación flexible, ya que el DIU permanece en el útero durante un período de tiempo muy largo. También porque es muy costoso y la inserción muy dolorosa. Además se ha enterado de casos en el que el DIU se colocó incorrectamente y la mujer se quedó embarazada, o que el DIU volvió a salirse.

 

En general, Carla no tiene la sensación de volver a poder confiar en los anticonceptivos hormonales. Los anticonceptivos de barrera le parecen molestos en términos de la aplicación, aunque tampoco tiene experiencias con otros métodos de barrera que el condón, porque busca un método del que se puede “olvidar”. Ha oído hablar de los métodos naturales y del método sintotermal en particular. Le parece un gran valor que se aprenda algo sobre el propio cuerpo usando este método y que estés en armonía con él. Por otro lado, hay muchos factores que hay que tener en cuenta que determinan la posibilidad de un embarazo, no hay certeza al 100%. Además, como es un método relativamente pasivo, hay que confiar en el análisis de los datos colectados. Por eso ella no se sentiría tan segura como con otros anticonceptivos que actúan activamente para evitar el embarazo.

 

Al fin y al cabo, cada mujer tiene que decidir cuál es el anticonceptivo adecuado para sí misma y su estilo de vida. Todas somos diferentes y no existe el método perfecto. Para encontrar el mejor método para cada una, hay que valorar las ventajas y los inconvenientes y decidir qué es lo más importante y cómodo personalmente.

 

 

Créditos

Las estadísticas de los principales métodos anticonceptivos utilizados por las mujeres españolas en 2020 fueron constultados en la página web de Statista.

La información sobre los distintos anticonceptivos se investigó en las páginas de Profamilia y gencat, así como en la plataforma Frauenärzte im Netzt (Ginecólogos en la red).

 

Subtema: Educación
Territorio: Valencia