El 20N después de la Ley de Memoria Democrática
El Ministerio de Presidencia ha solicitado a las delegaciones del Gobierno información sobre las manifestaciones que se celebraron con motivo del 20N, fecha en la que se conmemora la muerte del dictador Francisco Franco y del fundador de Falange José Antonio Primo de Rivera, con el fin de abrir expedientes sancionadores a los principales implicados. Según la nueva Ley de Memoria Democrática, están expresamente prohibidos los actos de exaltación a la dictadura y la humillación a las víctimas, por lo que los manifestantes podrían enfrentarse a multas de hasta 150.000 euros.
El máximo responsable de esta ley, Félix Bolaños, ha apuntado en especial a la concentración que se produjo en la Plaza de Oriente de Madrid, organizada por el Movimiento Católico Español. El acto había sido autorizado por la Delegación del Gobierno porque se trataba de una protesta contra la nueva ley memorialista. Sin embargo, estuvo plagado de banderas franquistas y vítores al régimen.
Los actos en homenaje al franquismo se celebran cada año desde la muerte del dictador, y los brazos en alto y los cánticos de “Cara al sol” se reproducían en el 47 aniversario sin ningún temor. Sin embargo, este domingo fue el primer 20 de noviembre con la Ley de Memoria Democrática en vigor, poniendo a prueba a los más fanáticos, que ahora se enfrentan a sus consecuencias.
Desde la aprobación de la norma, el 19 de octubre, el Valle de los Caídos ha pasado a llamarse Valle de Cuelgamuros y se ha llevado a cabo la exhumación de los restos de los generales franquistas Queipo de Llano y Francisco Bohórquez de la basílica de La Macarena, entre otras medidas.
Pero, estas reformas, así como el resto del contenido de la ley, no ha sido del agrado del PP, cuyo líder pide “dejar a los muertos en paz” y define la Guerra Civil como una “pelea entre nuestros abuelos”. Por su parte, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha señalado que lo primero que hará si llega al Gobierno es eliminar la ley memorialista, mientras el alcalde de la capital realizaba un acto en homenaje al general Millán Astray.
Qué queda del franquismo
La nueva ley de Memoria Democrática prevé profundizar y mejorar la Ley de Memoria Histórica de 2007, aprobada por el gobierno de Zapatero y cuyas carencias eran evidentes para los familiares de los represaliados. El Ministerio de Justicia cifraba en 2019 en más de 2.500 las fosas comunes halladas en todo el territorio español, que guardaban los restos de más de 130.000 víctimas de la Guerra Civil y el franquismo. Asimismo, más de 500 calles repartidas por municipios españoles mantienen aún nomenclatura franquista y los restos de Milans del Bosch y Moscardó siguen siendo velados en el Alcázar de Toledo.
