La pandemia también impacta gravemente en la salud mental de los ancianos
18/11/2020 - VALENCIA. La pandemia de la covid-19 ha producido terribles consecuencias en la población española en muchos sentidos. El grupo más afectado, sin duda, han sido los más mayores. No solo son los que más han sufrido esta enfermedad a nivel sanitario, sino que además también son los que han sentido de manera más negativa sus consecuencias sociales y psicológicas.
La soledad en la tercera edad ya era un problema presente antes de la llegada del coronavirus, un problema que se ha incrementando significativamente en los últimos meses debido a las restricciones sociales para paliar la crisis sanitaria. Los ancianos que ya vivían solos son los que han vivido las situaciones sociales más vulnerables y complicadas. Actualmente más de 250.000 personas mayores de 60 años viven en viviendas unipersonales en la Comunidad Valenciana.
Anciana sola en su casa. Foto de Las Provincias.
Que los mayores tengan que mantenerse distanciados de sus familiares y seres queridos es una medida necesaria para prevenir un contagio de covid-19, que puede acabar en consecuencias fatales. Pero este aislamiento social, a la vez, también repercute negativamente en su salud, tanto física como mental. Como dijo el pasado jueves 12 de noviembre Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, “el aislamiento social es tan duro y grave como puede ser el coronavirus".
La psicóloga, Dolores Frías Navarro, también asegura que los ancianos son el grupo más vulnerable psicológicamente en la crisis de la covid-19. Además de por el aislamiento, Frías dice que la pandemia les produce un estado de profundo miedo por ser la mayoría conscientes de que pertenecen al grupo de mayor riesgo de enfermedad y de muerte. La psicóloga piensa que toda la información que han recibido sobre las terribles consecuencias que tienen para ellos este virus, hace que probablemente también sean los que más les cueste retomar sus rutinas diarias y volver a coger confianza para normalizar las relaciones sociales.
Ana Murillo, voluntaria del programa de teleasistencia en casa para personas mayores de la Cruz Roja, confirma que el aislamiento de los ancianos es un problema social grave que va en aumento. Ana dice que "la soledad les provoca tristeza y depresión" y que eso también afecta a su salud física porque "no tiene ganas ni de moverse ni de cuidarse", llegando en ocasiones a producirles enfermedades psicosomáticas.
Una de las labores de Ana Murillo consiste en hacer compañía telefónica a aquellos ancianos que se encuentran en una situación de extrema soledad en Valencia, "se trata de una labor especialmente necesaria, sobre todo ahora que cada vez son más los ancianos que se sienten solos por culpa de la pandemia", expresó la voluntaria.
Voluntario de Cruz Roja. Foto de cope.es
