Victoria Becerra, trabajadora de la limpieza: “Tenemos que luchar hoy para poder vivir bien en el futuro”
El pasado 15 de noviembre 500 trabajadoras del sector de la limpieza de edificios en la provincia de Zaragoza votaron en asamblea iniciar una huelga indefinida. Como consecuencia de que las patronales rechazasen la petición de los sindicatos CCOO, UGT y OSTA de un incremento salarial del 12% en tres años (el 5% en 2022, el 4% en 2023 y el 3% en 2024).
Como denuncia Victoria Becerra, trabajadora de la limpieza en la Universidad de Zaragoza, “en este sector no hemos tenido subidas de sueldo apreciables desde 2008 cuando se tuvo que llegar a otra huelga”. También manifiesta que los últimos convenios no han sido mejoras reales ya que la subida se situaba por debajo del aumento del coste de la vida.
Con una concentración a las puertas del Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA), bajo el lema “Esenciales y olvidadas”, las trabajadoras trataron el 23 de noviembre de respaldar el intento de negociación entre sindicatos y patronal. “Queríamos que nos escuchasen y que vieran que era una reclamación de todas las trabajadoras, que estábamos unidas”, afirma Becerra.
Con la negociación se pretendía desconvocar la huelga y reclamar un nuevo convenio colectivo que no hiciese perder poder adquisitivo a estas trabajadoras. “Se está incrementando el coste de la vida cada vez más y para poder hacerle frente necesitamos un sueldo acorde a esta subida”, afirma la trabajadora. Además, como Victoria, la gran mayoría de las empleadas están contratadas a tiempo parcial. Por lo que, en este sentido, los sindicatos también pedían una mejora de las condiciones laborales porque, según aseguran, la situación de estas es “precaria”.
No obstante, a pesar de la presión de la concentración, no se logró un acuerdo. Lejos de mejorar su propuesta, la patronal, representada por la Asociación Profesional de Empresas de Limpieza (Aspel) y la Asociación Aragonesa de Empresarios de Limpieza de Edificios y Locales (Asoal), rebajó las condiciones planteadas anteriormente.
Imagen: Victoria Becerra
De esta manera, el pasado 28 de noviembre fueron llamadas a la huelga entre 8.000 y 10.000 personas con contratos en colegios públicos, centros deportivos, hospitales, la Universidad de Zaragoza, la Universidad San Jorge o empresas como Saica, Stellantis o BSH. Los servicios mínimos solo podían ser fijados por las instituciones públicas, además “ninguna compañera puede hacer el trabajo de otra que esté haciendo huelga”, comenta la limpiadora. Y añade, “entiendo que muchas por su situación no puedan renunciar a estar sin sueldo mientras dure la huelga, para mi también es difícil, pero tenemos que luchar hoy para poder vivir bien en el futuro”.
Sin embargo, tras una reunión en el SAMA un día de antes del inicio de la huelga, se alcanzó un acuerdo con el que se logró una subida del salario bruto anual del 10,5% en tres años (el 2% en 2022, el 2% en 2023, el 3% en 2024 y el 3,5% en 2025). El acuerdo fue ratificado el 29 de noviembre en una Asamblea de Sector por el 98% de las trabajadoras del sector de la limpieza de edificios y locales de Zaragoza. Becerra asegura estar contenta con este resultado, “según nos han comentado los sindicatos ha sido el mejor acuerdo de toda España”. Y afirma, “esto fue lo que conseguimos con la amenaza de la huelga, si no se hubiera convocado no nos daban nada”.
