Una Ley de Movilidad poco Sostenible
El Consejo de Ministros aprobó el Proyecto de Ley de Movilidad Sostenible el pasado 13 de diciembre de 2022. La movilidad limpia, saludable y como un derecho social, un sistema de transporte digital e innovador y la inversión en la mejora de servicios de los ciudadanos son los cuatro pilares de esta ley para conseguir su objetivo: reducir las emisiones contaminantes y los gases de efecto invernadero asociados al tráfico. Pero ¿podrá ser eficaz, si luego son los propios político los que no cumplen ni con sus normas?
Sobre el papel, esta ley es espléndida y soberbia. Fomentar la movilidad limpia y sostenible, apostando por la movilidad en bicicleta y a pie y mejorando la red de transporte de mercancías suena genial, sin ninguna pega. Lo cierto es que el Gobierno ya tardaba en ponerse las pilas con el tema de la movilidad sostenible, cuando en España el 27 por ciento de los gases de efecto invernadero que se liberan a la atmósfera se vinculan al transporte. Y mejor no comentar cuantos políticos son los que van a trabajar andando o en bicicleta.
Raquel Sánchez: "el transporte concentra el 40 por cien del consumo final de energía en España, superando por nuevo la media europea".
El texto de esta ley también habla de la financiación del transporte por parte del Estado. Es majestuoso poder viajar gratis con Renfe, pero esto representa una simple estrategia gubernamental antes que la base de una nueva ley. Utilizan este comodín para camuflar el exagerado precio de la energía y gasolina. Concentran todos sus esfuerzos en ir compensando la balanza: sube la gasolina a niveles desorbitados, pues bajo el transporte público. Sin embargo, la realidad no funciona así. Lo único que conseguirán con estas tácticas de camuflaje es que cada vez se vaya formando una montaña gigante de mentiras y que el día que explote, nadie se imagina lo que pasará.
Bicicletas que fomentan el transporte sostenible en Bilbao. SumBilbao
Otro aspecto, que demuestra que esta ley se aprueba con muchas incógnitas, es que establece las bases para regular y promocionar la llegada de vehículos autónomos, pero descuida por completo el transporte de mercancías por carretera, representando el 95,7 por ciento del transporte de mercancías total en España. Esto llama a la reflexión: para que vas a fomentar el vehículo autónomo (una apuesta de esta ley) si no logras reducir la contaminación que genera el transporte de mercancías por carreteras. Quieren ir un paso por delante de lo que pueden. De nuevo lo repito, un coche autónomo no sirve para paliar los efectos de un coche normal y corriente. Si la solución fuera tan sencilla, no existiría ni la contaminación ni el cambio climático.
La Ley de Movilidad Sostenible es de urgencia, ya que debemos cuidar el planeta. No obstante, los políticos quieren ocultar su poco compromiso con el medio ambiente a costa de los ciudadanos, a los que les aplican restricciones para la movilidad en vehículos privados, forzando que usen el transporte público. Con ello, los que mandan, esos a los que nunca verás en el metro, tendrán las carreteras libres para poder ir al trabajo sin el estrés que provoca el tráfico. Aplicar esta ley será todo un acierto, pero como no se cambien varios aspectos del texto, desaprovecharán esta gran oportunidad.
