TikTok, el negocio de la hipersexualización
VALENCIA.- TikTok es una plataforma basada en crear y compartir vídeos con una extensión máxima de un minuto. Se ha convertido en la red social más popular entre los jóvenes de 13 a 20 años que se sienten atraídos por la capacidad de viralización de la aplicación. El funcionamiento de TikTok es básico, su público se limita a inventar e imitar trends o tendencias que dan la vuelta al mundo y acumulan miles de visualizaciones y me gusta. En general, los tiktokers o influencers, es decir, los más famosos en la plataforma, son quienes crean estas tendencias mientras que el resto de usuarios las siguen y suben a la red.
A raíz del auge de esta plataforma, se ha generado polémica con el contenido que se populariza en TikTok debido al contenido de los vídeos que los menores de edad publican. En estos se pueden observar a los más jóvenes realizando retos basados en mostrar el cuerpo y hacer movimientos de baile que se han catalogado como sexuales. Esto ha abierto un debate sobre la hipersexualización en las redes sociales, en este caso, en TikTok, ya que alberga en su mayoría creadores de contenido menores de edad.
Caparrós: “Se ha descubierto que a través del uso del sexo se puede incrementar lo opción de seguir una propuesta de mercado determinada”.
El sociólogo de la Universitat de València Pau Caparrós afirma que existe una estrecha relación entre las estrategias de mercado que utilizan este tipo de aplicaciones y la oferta de contenido hipersexualizado en ellas. El experto declara para este periódico que “se ha descubierto que a través del uso del sexo se puede incrementar lo opción de seguir una propuesta de mercado determinada”.
Caparrós declara además que las condiciones de negocio de esta red a través de los teléfonos móviles, le permite cubrir un público muy extenso. Los usuarios apenas pueden controlar quiénes serán los receptores de sus vídeos y, por tanto, pueden estar pasando por alto los fines lucrativos de ciertas industrias pornográficas.
Algunas personalidades ya han intentando exponer la posible problemática de la sexualización infantil a raíz del fenómeno tiktoker. Es por ejemplo el caso del actor porno Ignacio Allende Fernández, conocido como Torbe, quien reaccionaba a los vídeos de las menores de edad exponiéndolas como objetos sexuales.
Sin embargo, un buen uso de las redes sociales trae consigo elementos positivos de toda índole como nuevos métodos de conocimiento, entretenimiento, posibilidades de crear nuevos vínculos. En todo momento se debe tener en cuenta, que no se debe culpabilizar a los menores en cuestión. Se está hablando de nativos de la gratificación instantánea que, al fin y al cabo, buscan integración dentro de los ideales sociales actuales.
Por tanto, no se debe criminalizar a la red social en sí, sino el mal uso de la misma, es decir, un consumo negativo e insano por parte de algunos de sus miembros. Se trata de incentivar un uso sano de la aplicación que permita una buena relación con la viralización de la aplicación. Aprender a convivir con el fenómeno es la clave, ya que TikTok ha venido para quedarse.
En el siguiente podcast se habla sobre ello junto con las aportaciones de Pau Caparrós:
