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Tarantino en su máxima expresión

Once Upon a Time in Hollywood es el último film de Tarantino y muestra toda la paleta de recursos del director
Tarantino en su máxima expresión
Imagen: Brad Pitt, Leonardo DiCaprio y Quentin Tarantino forman la columna vertebral de la película. COLUMBIA

Mi recomendación para aprovechar el tiempo estas navidades no es muy novedosa. La última película dirigida por Quentin Tarantino tiene como protagonistas a Leonardo Dicaprio y Brad Pitt, así que por falta de ingredientes no será. Las expectativas eran altas y no decepcionaron. Eso sí, este film es café para los muy cafeteros.

 Por las dimensiones de sus protagonistas y todo lo que significan en el entorno de Hollywood podrían haber organizado una película con una intrahistoria mejor. No obstante, Tarantino y compañía se cuelan en nuestros televisores con una obra de arte cinematográfica. Sin una gran trama que vertebre la historia te mantiene enganchado al televisor las más de dos horas y media de duración que tiene. Pero es eso, arte hecho cine, por la cantidad de recursos que tienen: los planos, los detalles que esconde o la interpretación de cada papel. Todo está cuidado a la perfección. El estilo de Tarantino elevado al máximo exponente.

Asimismo es un film total también por el argumento que junta a sus protagonistas. Una historia, repleta de historias aisladas, sobre la vida de Hollywood llevada a cabo por tres de los mayores referentes de ese propio mundo. Con sus vicios y virtudes. Tal vez no sea la mejor línea argumental que ha tratado el director, pero es lo de menos en este film. Y, en parte, es una de las razones por las que me parece la obra culmen de Quentin Tarantino.

La interpretación de sus dos protagonistas es sublime, haciendo un tándem mítico a lo Batman y Robin o Don Quijote y Sancho Panza. Una pieza principal junto a su fiel escudero. En este caso es DiCaprio el que ejerce de famoso desquiciado entre todo el de Hollywood y Brad Pitt es la pieza que le acompaña. Haciendo caminos paralelos y juntándose de nuevo, así se vertebra la línea argumental.

El mayor atractivo de la película es que el propio cine está invocado en su plenitud. No se puede decir otra cosa que eso, es la magia del cine y cómo se trata lo que eleva esta película a otra dimensión. Todos sus intérpretes están potenciados, tanto actores como el equipo de producción. Una historia que contiene referencias que conviene googlear más adelante, que te deja momentos en la memoria y con un final apoteósico. Quentin te mantiene pegado a la pantalla sabiendo que va a llegar esa escena, porque es inevitable. Es como la mecha que precede al petardo, se consuma más rápido o más lento, sabes que va a explotar todo. Y lo hace. Porque todos son muy buenos y al final el talento siempre sale.

Tipo: Noticia
Tema: Cultura
Territorio: Mundial