El coronavirus: punto disruptivo que acelera la digitalización mediática
VALENCIA. El pasado 30 de septiembre, se realizó la XII edición del Congreso de Periodismo Digital de la Universidad de Valencia. Un espacio que actúa como transferencia de conocimiento y formación para los asistentes, estudiantes del segundo curso del grado de Periodismo de la propia universidad organizadora.
Pese a que este encuentro anual, donde profesionales de la comunicación aportan claves a los futuros periodistas, lleva unas cuantas ediciones a sus espaldas, esta edición se ha centrado en un asunto necesario: la adaptación de los medios frente la situación de la pandemia. Por ello, los ponentes han remarcado la esencialidad del "reinventarse o morir".
Si en algo estuvieron de acuerdo los ponentes en su totalidad, fue en que la digitalización periodística no ha nacido con la COVID-19, sino que la adversidad de la situación ha funcionado como punto disruptivo sobre el escenario previo, que ya apostaba por las plataformas multi soporte.
Durante la primera mesa del congreso, dedicada al ámbito de la prensa y moderada por Antonio Laguna , el coloquio se centró en la función de los periodistas como filtro. Durante el periodo de confinamiento, los bulos circularon con gran frecuencia, y recayó en los profesionales del periodismo jugar el papel de tamiz informativo.
Julia Ruiz, periodista en Levante-EMV, reivindicó que el periodismo, profesión a la que ella define como "denostada por mérito propio", se ha conciliado con su función social gracias al trabajo como agente verificador o filtro de los bulos que circulaban durante la pandemia. Por otra parte, Sergi Pitarch (El Diario CV), contraatacó el positivismo de Ruiz informando sobre la bajada de la audiencia. "Estamos en el punto de credibilidad más bajo des de 2015. Solo el 36% confía", explicó el periodista.
Ponentes y mediador de la primera mesa durante la XII edición del Congreso de Periodismo Digital. ANA CALABUIG
Pitarch atribuyó parte de responsabilidad a la falta de credibilidad mediática. En concreto, a la polémica portada de El Mundo en la cual profanó la muerte de un pakistaní que resultó ser una falsa víctima mortal de coronavirus. Rosana Berenguer (ABC), Víctor Romero (El Confidencial) y Julia Ruiz (Levante-EMV) hicieron una puesta en común, junto con Sergi Pitarch, sobre la eticidad de publicar fotografías de víctimas mortales por COVID-19.
Pese a que se presentaron ciertas controversias entre los ponentes, la conclusión general fue dejar de ensanchar la brecha mediática que ataca a la población marginal mientras que protege a las élites, y apostar por un tratamiento más humanizado de la situación pandémica.
Julia Ruiz: "Los errores en los datos no han sido fruto de la opacidad del poder, sino de la incompetencia".
Una de las deducciones destacables que se pudo sacar de esta primera mesa redonda, fue la falta de transparencia por parte de las instituciones y cómo la opacidad del gobierno central se convirtió en el mayor enemigo informativo, obstaculizando una transmisión clara y contrastada de los datos de la COVID.
Durante la segunda mesa, centrada en los contenidos audiovisuales durante la pandemia y moderada por Enrique Borderia, los ponentes expusieron la necesidad de adaptar contenidos por tal de adaptarse a los tiempos de coronavirus. Luis Calero (Viajeros Cuatro) detalló como trabajó el equipo del programa para encontrar una alternativa al formato habitual. "Con la emisión de Viajeros por España, la audiencia del programa ha sido más alta que nunca. Viajeros por el mundo no se vive, se concibe como un programa un poco ajeno. La versión pandémica empezó a gustar más por el vinculo emocional".
Eva Lamarca (Salvados / XRey), María Jesús Espinosa de los Monteros (Pódium Podcast / PRISA Radio) y Raquel Ejerique (À Punt) declararon también, junto con Borderia, que la sociedad está pasando por un empache post-pandémico, y por tanto, tanto los contenidos radiofónicos como los televisivos necesitaban contenidos de entretenimiento que sirviesen cómo desconexión a la sociedad.
Eva Lamarca: "Si no sales a la calle es imposible hacer periodismo. No podemos contar a la gente el mundo si no estamos en el mundo".
Otro de los temas clave, fue la paradoja de los picos de audiencia frente al descenso en cuanto a calidad de contenidos e imagen por la imposibilidad de salir a la calle y contar con el equipo técnico necesario para elaborar contenidos de calidad visual.
La última mesa, moderada por Francesc Andreu Martínez, contó con profesionales de la comunicación en el ámbito empresarial e institucional. El variopinto equipo de ponentes integrado por: Teresa Bayarri, Ejecutiva de Comunicación de Consum; Paula Meseguer, Comunicación y Marketing de la Costa Blanca; Miguel Miró, director general de Valencia Plaza y Ricard Chicot, jefe de Policía y Bomberos de Valencia.
Todos estos profesionales delataron las claves que habían estado llevando a cabo en sus respectivos ámbitos. Los ponentes aclararon que su función fue mayoritariamente tranquilizar a la sociedad. "Durante la pandemia se utilizaba frecuentemente terminología bélica como metáfora de lo que estaba pasando. Si planteas el problema como alerta, recibes una respuesta de alerta", sentenció Teresa Bayarri mientras remarcaba que la clave en todo momento ha sido mantener la calma.
En definitiva, el duodécimo Congreso de Periodismo Digital, sirvió para poner de manifiesto la dificultad de ejercer como comunicador durante tiempos de coronavirus. Las transformaciones necesarias que han tenido que adoptar los medios en los procesos productivos y cómo la pandemia ha actuado como un trampolín que ha impulsado al periodismo hacia nuevos formatos que trabajan sin publicidad y basados en la suscripción. Una nueva etapa periodística donde, en cuanto a la audiencia, calidad derrote a cantidad.
