La esencialidad del periodismo durante la pandemia
VALENCIA. Ayer se desarrolló el XII Congreso de Comunicación Digital en la Comunidad Valenciana, dirigido a alumnos del grado de periodismo de la Universidad de València, donde se celebró el mismo. El tema central de este año ha sido el periodismo en tiempos de coronavirus.
A las nueve y media, se llevó a cabo la inauguración. Participaron en ella miembros destacados de la Universidad: Mª Vicenta Mestre, rectora, Amparo Ricós, decana de la facultad, Rosa Pérez, profesora y Consellera de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad democrática, Joaquín Martín, Director Cátedra Pagoda, y Guillermo López, organizador principal del congreso.
En líneas generales sus discursos destacaron la importancia de la información veraz en un tiempo caracterizado por las incertezas como es el actual, y aún más, el vivido durante el confinamiento. Mestre, situó el periodismo como la única ventana al mundo durante ese tiempo. La rectora añadió, que la información es una necesidad que la crisis por el coronavirus ha hecho más patente que nunca, y posicionó al periodismo como tarea esencial. Pérez, destacó su servicio a la ciudadanía y la responsabilidad que supone. Martín, alegó la mejora que se debe desarrollar en el sistema informativo.
Tras esto, se inició la primera mesa redonda, moderada por Antonio Laguna, miembro de la Universidad. La componían Sergi Pitarch, de El Diario (Comunidad Valenciana), Víctor Romero, de El Confidencial, Julia Ruiz, del Levante-EMV y Rosana Berenguer, que trabajó en el ABC y se incorporó hace unas semanas en El Valencia Plaza. El tema central de la mesa: la transparencia y veracidad.
Berenguer fue la primera en tomar la palabra. Despuntó el periodismo como respuesta para la sociedad. No obstante, la labor se complicaba debido a la situación. Tuvieron que cambiar las rutinas, trabajar desde casa. "Este es el cambio más prolongado que hemos tenido", declaraba la periodista de ABC. El incremento de la demanda informativa fue increíble y los medios se situaron como un servicio público. No obstante, era complicado, sobre todo en un inicio debido a la falta de coherencia de los datos. Las fuentes oficiales disentían entre ellas: el Ministerio y La Generalitat se contradecían. Más tarde se unificó la forma de contabilizar los datos.
La siguiente en hablar fue Ruiz. Para ella, la pandemia fue una oportunidad de reconciliarse con el oficio, recuperar la labor social y la credibilidad por parte del público en general. Desde los medios trabajaban por combatir las Fake News, el miedo. El principal problema para la periodista del Levante, fue la desaparición de las secciones: la covid-19 se convirtió en el tema central y todos se dedicaban por entero a él, sin importar la especialización que hubiesen desarrollado durante años.
Tras ella, fue Romero quien se pronunció. Se centró en las consecuencias de los picos de demanda que se dieron. En la necesidad de modificar el modelo existente tanto para la obtención de la información como para su posterior difusión. Además, los medios situaron exigencias muy altas sobre los periodistas, debido a esto mismo. Se trataba de conseguir visitas, aunque con el nuevo modelo, se busca la suscripción de los lectores. Para ello, es indispensable ofrecer información de calidad. Solo de este modo las personas estarán dispuestas a pagar por ella.
Finalizó esta primera mesa redonda Pitarch. Argumentó que el gobierno había mostrado una visión bélica de la pandemia, los sanitarios como soldados, y que él se mostraba contrario a esta metáfora. "En una guerra el primer muerto siempre es la verdad", declaraba el periodista de El Diario. Hizo referencia al escaso nivel de credibilidad que la población tiene hacia el periodismo: es el pico más bajo desde 2015. Alegó que el cambio de modelo no tardará en suceder y que la pandemia solo había acelerado transformaciones que ya se estaban dando con anterioridad.
La segunda mesa redonda, fue moderada por Enrique Borderia, miembro de la Universidad de València. Le acompañaban Luis Calero, de Viajeros Cuatro, Eva Lamarca, de Salvados y XRey, Raquel Ejerique, de À Punt, y María Jesús Espinosa, de Pódium Podcast y PRISA Radio. Todos ellos focalizaron sus alegatos en el contenido audiovisual para el público confinado.
Espinosa fue quien le puso inicio. "La industria audiovisual se está moviendo de forma más dinámica que cualquier otra", dijo la periodista de PRISA Radio. Recalcó además, el auge del audio dentro de este sector durante el confinamiento: aunque en un principio la demanda de podcast, entre otros, descendió levemente, aumentó más tarde registrando el pico más alto de su historia.
Continuó Lamarca. Rememoró lo duro del trabajo durante la pandemia: como miembro de Salvados, programa dedicado a las entrevistas, era consciente de lo complicado de establecer empatía a través de videollamadas. "Hay gente que nunca va a dar información si no le miráis a los ojos", recalcó la periodista de XRey.
El tercero fue Calero. Explicó la relación paradójica entre la demanda, que sufrió un incremento, y la calidad de presentación y contenido, que descendió de forma notable. Añadió, que el público se ha acostumbrado a consumir imágenes de índole baja y que por ello, los medios no tienen la necesidad de realizar un gasto notable en mejorarlas de nuevo.
Ejerique, quiso finalizar la mesa haciendo una llamada al componente humano del periodismo: ese que muestra la realidad con su crudeza y capacidad de emocionar al público. Para la periodista de À Punt, ese componente es esencial en cualquier labor social. "Ser los ojos de la ciudadanía", fue la metáfora que Ejerique empleó para ilustrarlo.
En ambas mesas redondas hubo en punto común entre todos los periodistas: consideraban que aunque el trabajo había sido duro, había valido la pena cumplir con su labor.
