La difícil gestión de la pandemia en la educación
La crisis de la covid-19 está siendo complicada para muchos sectores. En el caso de la educación, la situación tampoco es nada fácil. Tanto profesores como alumnos intentan adaptarse a esta situación. De momento los colegios y los centros de educación secundaria siguen abiertos. Según adelantaba el martes el diario ‘Las Provincias’, en la Comunitat Valenciana hay 568 aulas en situación de aislamiento. Los centros educativos están siguiendo el protocolo básico par afrontar la pandemia: mascarilla, distancia y ventilación.
Algunos estudiantes de educación secundaria muestran su preocupación. Las medidas para frenar contagios tienen su impacto en profesores y alumnos. Sobre todo, el ritmo normal de las clases se ve afectado cuando se sigue el modelo semipresencial. Àngels Torremocha, estudiante de primero de Bachillerato en el IES Joan Fuster (Sueca), apunta que en su instituto todos los cursos, menos el suyo, están acudiendo presencialmente. “Los de primero de bachillerato vamos un día sí, un día no. Partidos en dos subgrupos, el grupo A acude: lunes, miércoles y viernes; y el grupo B acude martes y jueves. Cada semana nos turnamos”, señala Torremocha.
Según esta alumna, el modelo semipresencial tiene sus desventajas: "Pienso que no nos están dando la preparación necesaria. Estamos dando la mitad del temario y muy deprisa." Torremocha afirma que en su caso no están haciendo clases online por lo que hay materias en las que solo recibe una clase a la semana. Esto se debe a la partición de los grupos: "Yo voy esta semana lunes, miércoles y viernes. Pero tengo biología los lunes, martes y jueves. Entonces esta semana solo doy biología el lunes.”
Los profesores mandan deberes para los días en los que los alumnos se quedan en casa. El problema reside, según Torremocha, en que los docentes no tienen suficiente tiempo para explicar bien la materia. “Nos tenemos que apañar como podamos”, se lamenta.
María Alberola, estudiante de primero de Bachillerato del mismo instituto, cuenta que a los alumnos les hicieron firmar un documento en el que se comprometían a tomarse la temperatura antes de ir acudir al centro. Alberola cree que sus profesores se están esforzando para explicar las dudas de los alumnos. "Es cierto que nos mandan mucho trabajo para casa, pero creo que es lo justo. Aunque en época de exámenes deberían mandar un poco menos de trabajo", reconoce la estudiante..
Para el profesorado la situación no está siendo nada fácil. Julia Alberola, profesora de matemáticas en el IES El Saler declara que la carga de trabajo ha aumentado. Además añade: “Los estudiantes cuando se quedan en casa, normalmente, si no tienen un control parental que les obligue a hacer la tarea, no la hacen”.
Pero lo más preocupante según Alberola es cómo ha afectado el pasado confinamiento al nivel de sus alumnos. “Los alumnos de primero de ESO parece que los hayan cogido de quinto de primaria”, y añade: “tienen una base muy baja y los hábitos de estar en clase los han perdido completamente, les cuesta muchísimo”.
Por suerte, según apunta esta profesora, la mayoría de alumnos sigue el protocolo salvo excepciones. Por otro lado, Alberola está implementando el uso de las nuevas tecnologías. Sube vídeos de explicaciones a la plataforma “@ules”, y también, a través de esta vía, envía a sus alumnos las tareas que tienen que hacer. Así puede compensar algo la falta de clases, ya que sus alumnos acuden de manera presencial alternándose por días según el subgrupo que le toque. Un subgrupo acude: lunes, miércoles y viernes; y el otro subgrupo acude martes y jueves. Cada semana se van alternando los subgrupos.
Alberola reconoce que la falta de contacto físico afecta al funcionamiento normal. “A los alumnos más pequeños les cuesta mucho no tocarte.” De cara al futuro se muestra pesimista. “”Hay una ventaja comparativa en aquellos alumnos que tengan la posibilidad de que en casa les den algún complemento. Se nota mucho el alumno que tiene alguien en casa que le pueda ayudar”, apunta esta profesora.
Hay cosas que deberían mejorar según Silvia García, profesora de secundaria. "Los centros educativos deberían de haber doblado mañanas y tardes, bajar más el ratio de algunos cursos y disponer de más profesorado", reconoce. Además, esta profesora señala que deberían de aplicarse medidas específicas para el alumnado que no tiene bien asimilados los contenidos del curso anterior. Por otro lado, en cuanto a las medidas de seguridad, la docente reconoce que existen aulas poco o muy mal ventiladas debido a la bajada de temperaturas.
Por último, de cara a un posible segundo confinamiento y la probable suspensión de clases presenciales, García se lamenta de que hay alumnos que no tendrían los recursos suficientes para poder seguir las clases online. También recuerda que durante el primer confinamiento había alumnos que no tenían un gran conocimiento de informática, a pesar de pertenecer a la "generación digital".
