‘Joker’ cumple un año: un toque de atención sobre la falta de empatía en la sociedad actual
VALENCIA. Pese a que ya se ha cumplido poco más de un año desde que la película Joker se estrenó, sigue sorprendiendo a todo aquel que la ve por primera vez o que, por el contrario, decide volver a verla. Definitivamente es una de esas películas que la terminas y necesitas quedarte unos minutos pensando en lo que acabas de ver, reflexionando, analizando todas las escenas en tu mente. Y probablemente sea eso lo que la hace tan buena.
Joaquin Phoenix, el intérprete del Joker, nos presenta mediante una actuación brillante, que roza la perfección, el pasado del antagonista de Batman, para que podamos tratar de empatizar con él y comprender por qué hace lo que hace. Pero, ¿hasta qué punto su pasado, así como el trastorno mental que sufrió, pueden llegar a justificar sus actos?
En la producción cinematográfica, descubrimos a Arthur Fleck, un hombre devastado, al que todo el mundo le ha dado la espalda y que lleva cargando con ese peso muchos años. Vive en una sociedad corrupta, completamente podrida, en la que solo el más fuerte puede abrirse un hueco entre las sombras y salir adelante, mientras que el más débil acaba sucumbiendo.
Imagen: Uno de los clips más famosos de la película Joker.
La mente de Arthur es el claro ejemplo de cómo el alma humana puede resquebrajarse, después de sufrir repetidos daños, así como de que todas las emociones no expresadas siempre acaban emergiendo, pero de formas mucho más desagradables. Este personaje estuvo aguantando multitud de rechazos, en todos los momentos de su vida, incluida la infancia, que poco a poco fueron aniquilando a la persona que algún día fue, haciéndolo perder la cordura, y convirtiéndolo en un asesino en potencia.
En cuanto el tráiler se publicó, aún sin haberse estrenado la película todavía, los productores comenzaron a recibir multitud de críticas que incrementaron tras el estreno de la misma por la visión que otorga de los trastornos mentales. El director e incluso el propio Phoenix tuvieron que recordar que la película era únicamente ficción y que no debían de sacar las cosas de su contexto.
Los trastornos mentales juegan un papel muy importante a lo largo de la producción cinematográfica, y aunque sí es cierto que los muestran de una manera un tanto exagerada, hiperbólica y bastante alejada de la realidad, nos acercan todavía más al protagonista y nos ayudan a empatizar con él.
En definitiva, y pese a lo fácil que resulta ponerse en los zapatos de Arthur, es innegable que su pasado no justifica que comience a asesinar a la gente. Nos sirve para comprender por qué lo hace, pero no es suficiente para poder defenderlo de sus acciones, aunque muy posiblemente cualquiera podría acabar revelándose como él lo hizo tras sufrir un pasado como el suyo y sentirse tan abandonado por una sociedad puramente superficial y frívola.
