El nuevo sistema de recogida de residuos que no termina de convencer a la población
VALENCIA. 04/11/2022. El pasado mes, el alcalde de Villar del Arzobispo, Vicente Portolés, junto a la concejala, MªÁngeles Beaus, el director técnico de Ona Energy, Agustín Pons Contreras, y la educadora ambiental de la Mancomunidad La Serranía, Gema Cerdá Collado, presentaron el nuevo sistema de recogida de residuos puerta a puerta que se implantará antes de finales del año en los 13 municipios que conforman la comarca de La Serranía.
El nuevo sistema nace para crear un modelo de recogida de residuos eficaz que permita alcanzar las ratios exigidas en las normativas europeas, estatales y autonómicas en materia de residuos y cuidado del medioambiente. También se va a implantar el pago por generación, en el que el ciudadano pagará por lo que tira. Con el pago individualizado se pretende incentivar la recogida selectiva y, con ello, evitar la generación innecesaria de residuos. “Como miembros de la Unión Europea y para seguir obteniendo los fondos de Next Generation, debemos adaptarnos a estos sistemas de cuidado del medioambiente, apostando por el reciclaje y la economía circular”, afirmaba Portolés.
¿Cómo funciona?
La dinámica de esta nueva iniciativa consistirá en la entrega de cubos identificativos a cada vivienda, en los que los vecinos depositarán los residuos, divididos en fracción orgánica y fracción resto, para, posteriormente dejarlos en la calle. Se establecerá un calendario y horario de recogida que indicará cuando el personal de limpieza pasará a recoger cada una de estas fracciones casa por casa. La fracción orgánica se recogerá varios días a la semana, mientras que la fracción resto será cada menos días. De esta manera, los contenedor verdes desaparecerán de la vía pública y únicamente quedarán habilitados en determinados puntos, llamados Área de Emergencia, para dar respuesta a aquellos vecinos que en momentos puntuales no hayan podido hacer uso de la recogida puerta a puerta.
La nueva medida viene regida por la ley estatal 7/2022 donde se han marcado una serie de objetivos que se deben alcanzar a partir de 2022 para hacer frente a la emergencia climática. El principal objetivo es reducir al mínimo los efectos negativos de la generación y gestión de los residuos, teniendo en cuenta los principios de la economía circular. No conseguir los objetivos establecidos conllevará penalizaciones económicas y, además, los municipios que la incumplan tampoco podrán optar a ayudas europeas.
El principal objetivo de esta medida es conseguir que en 2035, solo el 10% de la basura que se genera en los hogares acabe en el vertedero, mientras que el resto sea aprovechado como materia prima. A día de hoy, la media estatal de residuos que terminan en el vertedero es del 70%, y en el ámbito valenciano es de alrededor de un 50%. “Un material cuando le damos una segunda oportunidad es una materia prima, no un residuo”, afirmó el director de Ona Energy durante su intervención. Según las cuentas ambientales del Instituto Nacional de Estadística, España es el país de la Unión Europea que vierte una mayor cantidad de residuos a vertederos.
En los países vecinos ya lleva aplicándose este sistema varios años para reducir la cantidad de residuos no reciclables y llevar a cabo el pago por generación, es decir, pagar en función de lo que tiras. Es el caso de Alemania, Italia, Austria o Dinamarca que han introducido este sistema en sus políticas de residuos y funcionan eficientemente. Respecto al ámbito autonómico, en Pedreguer (Alicante) este sistema lleva en marcha desde 2020; y tras dos años, los responsables de Fovasa, empresa encargada de llevarlo a cabo, afirman que esta medida es una de las más exitosas a nivel local y autonómico.
Meliana rechaza el nuevo sistema
Sin embargo, este nuevo sistema no contenta a todos los ciudadanos por igual, ya que el pasado viernes 28 en la localidad valenciana de Meliana, los vecinos protagonizaron una protesta en contra de este nuevo sistema de recogida puerta a puerta. Además, en los últimos días bajo el lema “Sí al reciclaje, no al puerta puerta”, y junto a una foto de un hombre con un cubo en la cabeza, se ha creado unos panfletos digitales donde se llama a la movilización en contra de este servicio.
Los vecinos rechazan esta iniciativa por los problemas que pueda acarrear en un futuro, como quedarse con toda la basura orgánica en casa durante el fin de semana, el limitado horario de recogida o la dificultad para las personas mayores para poder cargar los cubos y dejarlos en la calle.
El sistema se iba a implantar el pasado 1 de noviembre en el municipio, pero finalmente se ha aplazado por falta de suministros de la empresa, según comunicó el gobierno local.
Protesta de los vecinos de Meliana en contra del sistema de recogida puerta a puerta/ A.M (Diario El Levante)
En el caso de la población de Villar del Arzobispo, los vecinos manifestaron sus dudas e inquietudes ante esta nueva iniciativa que no ven del todo viable durante la sesión informativa. La propuesta no tuvo la acogida esperada ente los habitantes de Villar, ya que todos criticaron duramente esta propuesta al no parecerles una medida sólida. Fueron varios los vecinos que señalaron a las instituciones gubernamentales y a las grandes empresas como los principales responsables del cambio climático y de ser, también, los primeros que deberían actuar en consecuencia, en vez de ser una media que dependa enteramente de los ciudadanos.
El alcalde de Villar incidió en que esta propuesta no es una “cuestión de partidos”, sino que es una medida impuesta por la Unión Europea y las normativas autonómicas, que la Mancomunidad de La Serranía va a llevar a cabo con el objetivo de mejorar el pueblo y solucionar muchos de los problemas que sufre la población respecto a la basura. “Confiamos en la población, en su comportamiento cívico y ejemplar. Todo al principio tiene sus problemas”, añadió Portoles.
El sistema de recogida puerta a puerta pretende aumentar las tasas de reciclaje, un aprovechamiento más eficaz de los residuos domésticos y reducir al mínimo lo que se deriva a los vertederos. Es una medida que necesita del compromiso y de la cooperación de todos los vecinos del municipio para alcanzar el objetivo que exige la Unión Europea en 2035.
