El fracaso de los patinetes de alquiler
VALENCIA. El mercado de los patinetes eléctricos ha atravesado fases de crecimiento, pero en la actualidad se encuentra en una situación irreversible. Una de las causas de la bancarrota es la subida de precios y de los tipos de interés que se han producido en el último año. Además, a esto se le suma la búsqueda de los competidores para obtener una rentabilidad inmediata y a su vez, lo poco sostenible que resulta el negocio en el corto plazo.
La empresa Bird fue la pionera en Los Ángeles, donde las calles estaban llenas de patinetes eléctricos que se podían alquilar con una App y utilizarlos para moverte con libertad por la ciudad. Este tipo de negocio tardó poco tiempo en expandirse por EEUU y Europa. Bird revolucionó el transporte por completo, sin embargo, no lo consiguió en parte por el aumento de los competidores y del sector.
En los últimos 5 años, estas empresas han conseguido más de cuatro millones de inversiones y Bird fue una de las empresas con mayor crecimiento en el mundo, con 1000 millones en un año. Travis VanderZanden en 2017 fue el creador de Bird, debido a que tenía un patinete eléctrico y le pareció buena idea colocarlos por la ciudad y alquilarlos cuando la gente los necesitara. Los patinetes en el comienzo costaban 1$ mas 15 cent. por minuto. La empresa ganó 3 millones de dólares, de los cuales 300.000$ fueron agotados en multas debido a las prohibiciones del ayuntamiento ante el crecimiento del sector.
El porqué del fracaso
Los ayuntamientos de las regiones donde estaban instaurados los patinetes eléctricos comenzaron a establecer nuevas regulaciones como bajar la velocidad máxima de 20km/h a 15km/h y la obligación de llevar casco.
La ley dio lugar a la no diferenciación entre la competencia en el mercado de los patinetes, lo que resultó una pesadilla para las empresas. Necesitaban estar más cerca para tener mayor cantidad de patinetes y eso suponía una mayor inversión. A pesar de esto, se volvió un sector muy competitivo y se comenzaron a otorgar licencias en las diferentes ciudades donde se implantaba este servicio.
El mercado se convirtió en un oligopolio dominado por unas pocas empresas con unos márgenes de beneficios muy pequeños y unos costes muy grandes. Además, creció el mal uso de los patinetes y el vandalismo.
La pandemia también afectó a toda la industria del transporte, por lo que la inversión cayó en picado y desde Bird se intentaron reducir costes para obtener una mayor rentabilidad. La empresa realizó un recorte de la plantilla y el despido de 400 empleados en dos minutos mediante Zoom.
Otro de los inconvenientes era que los patinetes que utilizaban de Xiaomi no estaban fabricados para soportar tantos viajes diarios y se rompían, por lo que era mayor el coste de mantenimiento. Bird comenzó a vender sus propios patinetes y bicicletas para aumentar el margen de beneficio.
Comienzan a populizarse los patinetes de Bird en San Francisco (Bloomberg / David Paul Morris)
En junio de 2022, Bird despide al 23% de la plantilla y empeora su reputación. La bolsa de Nueva York envía un aviso para que abandonen antes de que se cumplan seis meses. Esto supuso un escandalo interno y el CEO dimitió.
En la actualidad se conoce que el mayor error en la trayectoria empresarial de Bird fue que inflaron sus resultados contando algunos trayectos impagados que nunca llegaron a su cuenta. El negocio contaba con unos ingresos cuando realmente habían comenzado a perder dinero y entrar en crisis, lo que supuso una caída en bolsa del 95%. Si no consiguen revertir la titulación en los próximos doce meses se producirá la bancarrota de la empresa y con la reputación tan dañada es complicado que algún inversor decida prestarles dinero.
