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Wall Street sacia la sed, ahora el agua cotiza en bolsa

La entrada del agua en el 'mercado de futuros' supone un cambio en los sectores eléctricos y agroalimentarios
Wall Street sacia la sed, ahora el agua cotiza en bolsa
Imagen: Presa hidroeléctrica. FOTO: Enel Group
Autoría: alblasda

Valencia 9 dic. Según las leyes básicas de la oferta y la demanda, la necesidad de un bien escaso aumenta su valor y, en consecuencia, su precio. Esto sucede también con el agua. No solo el agua empleada en la cocina o en la higiene, también el agua que se emplea para generar electricidad o para regar millones de hectáreas. El cambio climático ha traído consigo numerosas sequías. En otras palabras, hay menos agua. Y, como ya se ha dicho, la necesidad de un bien escaso aumenta su valor.

Los grandes economistas y conocedores del mercado de valores saben, o al menos intuyen, que el precio del agua va a subir en los próximos años. Ante esta perspectiva, el agua entra en el mercado de futuros. ¿Esto qué significa? Este mercado, como su nombre indica, es en el que se realizan las compras con intención de recibir el producto en el futuro. Por ejemplo, quién compre hoy un barril de petróleo, un litro de agua o un kilo de oro, con el precio que tiene hoy, lo recibirá dentro de tres, seis o doce meses, cuando cueste (o se supone que costará) el doble o el triple.

Pero esto no es algo que podamos hacer las personas de apie. Estos movimientos de valores tienen una auténtica repercusión cuando se hacen por millones de dólares.

Cuando las grandes hidroeléctricas californianas tengan los pantanos vacíos en verano y no puedan generar la electricidad para la costa oeste de Estados Unidos. Cuando las industria agroalimentaria vea subir el valor del agua en pleno mes de julio dificultándoles la producción de trigo o soja, podrán echar mano de ese agua que se reservaron en el mercado de futuros en enero.

O bien, podrán recurrir a alguien que lo hizo. Y esa es una de las consecuencias más graves que tiene la cotización del agua: la especulación. Si usted dispone de muchos millones en el banco, no sería descabellado asegurarse toda el agua que pueda para el próximo verano. Hoy le puede salir, por ejemplo, a euro el litro. Cuando no quede agua por comprar, y eléctricas y agroalimentarias estén desesperadas por conseguir agua, usted, que ya se ha asegurado el recurso, podrá vendérsela al precio que quiera. Porque, como ya se ha comentado, la necesidad de un bien escaso aumenta su valor.

Tipo: Noticia
Subtema: Economía
Territorio: Mundial