Nueva generación de ignorantes sexuales

12/12/22 - VALENCIA. Aunque la sociedad actual está hipersexualizada, el nuevo concepto de sexualidad comprendido por los jóvenes es erróneo. Internet ha permitido el flujo rápido y descontrolado de información de todo tipo, al mismo tiempo que ha facilitado su normalización. 

El 3 de marzo del año 2010 entra en vigor la Ley Orgánica 2/2010 de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo. En el tercer capítulo de este texto legislativo se establece la obligación de los centros educativos a impartir una serie de cursos formativos sobre sexualidad. 

Imagen: Tercer capítulo de la Ley 2/2010.        Fuente: BOE. 

No obstante, la educación sexual todavía no se ha incluido como una asignatura más en la matrícula de los estudiantes. Algunos colegios e institutos españoles delegan esta formación en un profesor de cualquier materia o en un grupo de sanitarios de atención primaria. “Yo era profesora de historia y me tocaba impartir las clases sobre educación sexual”, asegura Margarita Quintana, profesora de educación primaria jubilada, en una entrevista a este medio. 

“En otras ocasiones, era el tutor el que se encargaba de esta formación”, añade Margarita Quintana. 

La profesora entrevistada por UValencia recalca que esta teoría debe ser impartida por profesionales de la psicología, ya que estos aportan una visión más profunda de la dimensión afectiva que implica la sexualidad. De esta manera, la explicación de los sanitarios es insuficiente ya que se centra únicamente, aunque de forma muy superficial, en la prevención del contagio de enfermedades de transmisión sexual (ETS). 

La nueva pandemia es sexual

A pesar de la impartición de estas charlas demasiado básicas en las escuelas y las numerosas campañas impulsadas por el Ministerio de Salud, cada día, un millón de personas contraen una infección de transmisión sexual en el mundo, según un estudio publicado por la Organización Mundial de la Salud en el año 2021. 

“Los condones están muy caros, no tengo suficiente con la paga”, denuncia una menor de 17 años en unas declaraciones para este medio. La precaria economía de los más jóvenes impide su acceso a los métodos anticonceptivos. El principal problema es que a los adolescentes no se les inculca un uso habitual del preservativo, por lo que niegan su normalización, evitando, por vergüenza, pedir dinero a sus padres para adquirir este producto. 

Como solución a la problemática que rodea el precio del profiláctico mencionado, Emmanuel Macron, el presidente de Francia, ha anunciado que, a partir del próximo año, el acceso en las farmacias del país a los preservativos será gratuito para los jóvenes de entre 18 y 25 años. Con esta propuesta, el gobierno del país pretende mejorar la salud sexual de la población joven y aumentar la accesibilidad de esta a los distintos métodos anticonceptivos. 

Imagen: Dibujo sobre el uso de métodos anticonceptivos.   Fuente: Shutterstock. 

Principiantes del sexo

“Yo perdí la virginidad a los catorce, era el único que quedaba por perderla de mi grupo”, revela un menor de 16 años. Los resultados de un estudio realizado en el 2021 por la Asociación de Enfermería Familiar y Comunitaria de Cataluña (AIFiCC) destacan que la edad media de la primera relación sexual apenas alcanza los catorce años de edad en la región analizada. 

Este informe evidencia que el contacto inicial con la sexualidad cada vez es más prematuro. La inexperiencia de los adolescentes en el ámbito de las relaciones sexuales provoca que un desarrollo desequilibrado de la sexualidad. Aunque, actualmente, la juventud dispone de una gran variedad de información sobre este campo, desconoce las repercusiones del sexo a nivel emocional. 

“Es fundamental hacer una buena evaluación individual porque cada persona tiene sus vivencias y una educación que van a determinar sus conductas, sobre todo la sexual”, asegura Olatz Gómez, psicoterapeuta especialista en terapia de pareja, en una entrevista a este medio. En definitiva, la sexualidad abarca infinidad de sentimientos y sensaciones que definen el carácter sexual de cada ser humano. 

Carmen Belda, psicóloga especialista en la mente adolescente, afirma en una entrevista concedida a UValencia que se ha olvidado totalmente la parte afectiva de la sexualidad y ahora el sexo solo tiene una dimensión física. La red está llena de representaciones sexuales diferentes pero todas basan su idea del sexo en la simple interacción física entre dos personas.  

“Antes una chica no mantenía relaciones sexuales con un chico si no sentía un mínimo de afecto por él”, asevera Belda.

La psicóloga entrevistada recalca que la sexualidad es muy amplia y produce el desbloqueo de un montón de áreas cerebrales, por lo que no puede limitarse al simple intercambio de fluidos. “Hubo química entre los dos y no sé surgió”, así relata una joven de 15 años, en una entrevista a este medio, cómo fue la primera vez que mantuvo relaciones sexuales. Declaraciones como esta dejan claro que, para las nuevas generaciones, la sexualidad es una mera herramienta para calmar el instinto más primitivo del ser humano. 

El conocimiento superficial que los más jóvenes tienen del campo sexual es resultado del tabú que algunos padres imponen sobre esta cuestión. Algunos padres no muestran la sexualidad con naturalidad, generando que los menores se sientan incómodos hablando sobre sexo con sus progenitores. “Mi madre no sabe que he perdido la virginidad”, revela un joven de 14 años en unas declaraciones para UValencia. 

“En casa no se habla lo suficiente de sexo”, asegura Carmen Belda. 

“Los padres deben comprender que, a cierta edad, los niños comienzan a tener dudas sobre sexo y hay que resolverlas para contribuir a su correcto desarrollo personal y afectivo”, añade Carmen Belda. La falta de comunicación entre los menores y sus padres respecto a este tema provoca que los más jóvenes desarrollen su sexualidad de manera incorrecta y limitada, obviando algunas partes fundamentales. 

Esta falta de comunicación, en algunos casos, suele ir acompañada de una escasa atención por parte de los padres. Esta situación produce que los menores busquen ese cariño que les falta en otras fuentes como la amistad o las relaciones sexuales. “Muchas veces estos adolescentes tratan de suplir carencias afectivas a través del sexo”, sentencia la psicóloga entrevistada.

Imagen: Conversación sobre sexualidad entre una madre y su hijo.    Fuente: Canal IPe.

Liberación desigual del tabú sexual

El tabú que existía impuesto sobre el sexo en décadas pasadas ha ido desapareciendo, pero sigue existiendo un pudor del sexo femenino respecto a expresar su sexualidad. Parece que los hombres son los únicos interesados en desarrollar su sexualidad, mientras las mujeres se limitan a adoptar un papel sumiso en las relaciones sexuales. 

“No les gusta pero no tienen ni idea de lo que tienen que sentir”, declara la psicóloga entrevistada. 

“Me masturbé por primera vez con 10 años”, añade un joven de 18 años. Sin embargo, al entrevistar a una joven de 17 años, esta asegura no haber explorado jamás por sí misma su sexualidad. El escenario actual muestra el sexo como algo natural para los hombres que las mujeres aceptar sin conocer. Esta estructura complica que los menores, sobre todo las mujeres, dispongan de las herramientas y conocimientos necesarios para gestionar su dimensión sexual. 

“El sexo sin comunicación deja mucho que desear”, sentencia Olatz Gómez.

La psicoterapeuta entrevistada, experta en terapia de pareja, Olatz Gómez, explica que, en el ámbito sexual, cada persona tiene sus necesidades. Esta declaración apoya la necesidad de conocer en profundidad la propia sexualidad y la de aquel que comparte la suya contigo. “El miedo al rechazo y los prejuicios hacen que permitamos cosas cuando realmente no queremos”, concluye Gómez. 

La pornografía distorsiona la realidad sexual

“Tenía 8 años cuando mis amigos me enseñaron un vídeo porno, era la primera vez que observaba el acto sexual”, relata un joven de 13 años en una entrevista para este medio. Muchos de los menores que tienen dudas sobre sexualidad indagan en Internet, obteniendo el contenido pornográfico como principal respuesta. La pornografía representa el sexo como un acto violento basado en la sumisión y cosificación de la mujer. 

Este es el ideal de sexo que comparten las nuevas generaciones. “Internet explica a los adolescentes que el porno es la correcta representación de las relaciones sexuales y, por ello, se dedican a reproducirla”, denuncia Carmen Belda. Dicha concepción respecto al sexo anima a los menores a agredir sexualmente a otras, bajo la creencia equivocada de que el consentimiento no forma parte de la sexualidad. 

“El gran problema es la impunidad de los menores”, remarca Carmen Belda.

La pobre educación sexual del sector adolescente fomenta conductas propias de la “cultura de la violación” entre sus integrantes. Este término es un concepto feminista que explica la violación como un problema social y cultural que es aceptado y normalizado debido a actitudes sociales sobre el género, el sexo y la sexualidad. En el año 2021, la Fiscalía de Menores reconoce que del total de violaciones registradas en este período, más de seiscientas son obra de menores de edad. 

La extensa mitología sexual

Una de las principales consecuencias de la desinformación sexual que sufre la sociedad actual es la circulación masiva de informaciones no contrastadas y sin base científica. Algunos de estos bulos entorno al sexo son muy conocidos y están bastante arraigados en la cultura popular como la idea de que un pene más grande ofrece una mayor placer en las relaciones sexuales. Actualmente, ha quedado demostrado científicamente que esta consideración es errónea. 

Otras informaciones falsas como la extendida creencia de que la primera vez que mantienes relaciones sexuales no te quedas embarazada, confunden a los más jóvenes y los desprotegen frente a la posibilidad de tener que afrontar un embarazo no deseado. Este supuesto, sumado al rumor respecto a la fragilidad e inseguridad de los preservativos, propone el rechazo al uso de métodos anticonceptivos y de protección contra las enfermedades de transmisión sexual. 

Definitivamente, el mito sexual que se basa en la información más infundada es el que sostiene que la enfermedad del SIDA no es real, sino un invento de los gobiernos para impulsar la venta de medicación e infundir miedo en la población mundial. Solo hace falta acceder a la base de datos de Epdata y fijarse en los siguientes gráficos para desmentir esta información. 

Fuente: Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. 

Fuente: Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. 

Otros mitos relacionados con el sexo: 

• Se puede aumentar el tamaño del pene.

• Los preservativos se rompen con facilidad.

• El virus del SIDA y los espermatozoides pueden traspasar los preservativos.

• Si te masturbas te puedes quedar sin energía.

• Si te masturbas te crece el pene.

• Las mujeres son menos sexuales que los hombres, por lo de la testosterona.

• El orgasmo vaginal es propio de la mujer adulta.

• Hacerlo de pie evita que te quedes embarazada.

• Tener muchas parejas sexuales es la causa de infecciones sexuales.

• Mantener relaciones sexuales en la piscina o durante la regla evita el embarazo. 

• El primer coito produce dolor y sangrado en la mujer.