La Universitat de València celebra una nueva edición del Congreso de Comunicación Digital
A las nueve y media de la mañana se abren las puertas del Salón de Grados de la Facultad de Filología, Traducción y Comunicación para comenzar la presentación de los organizadores del evento. Entre estos destacan personalidades como: Antoni Llorente, secretario autonómico de Participación y Transparencia; y Joaquín Martín Cubas, director de la Cátedra PAGODA.
Los nervios y la curiosidad periodística de los asistentes se pueden palpar en el ambiente. Es evidente que los alumnos de grados como Periodismo o Comunicación Audiovisual estamos ansiosos por familiarizarnos con los nuevos métodos de comunicación que existen en la actualidad digital.
Media hora después, tras un descanso de quince minutos para tomar un café, pasadas las diez de la mañana, las ponencias de los profesionales invitados dan comienzo. El primer turno es para Eva Belmonte, cofundadora de una fundación ciudadana sin ánimo de lucro llamada CIVIO y periodista experta en periodismo de datos.
La invitada de Ximo Aguar se define como una romántica empedernida de la profesión y una fiel defensora de la transparencia de la información, sobre todo en lo referente a asuntos públicos. Al principio de su intervención, despierta el interés general del público afirmando que otro periodismo es posible. Eva Belmonte presenta una dimensión alternativa al ambiente aburrido y sistematizado de las redacciones de prensa escrita, cosa que a los asistentes nos infiere la esperanza de encontrar una versión actualizada de nuestra profesión.
A lo largo de su ponencia, la periodista no deja de hacer hincapié en la realidad de que los periodistas son personas corrientes y su ego ancestral les impide aceptar su verdadera responsabilidad con la ciudadanía. Para afrontar esta gran responsabilidad social, Belmonte recomienda un proceso de especialización de los periodistas ya que ha podido comprobar de primera mano cómo algunos periodistas escriben sin ni siquiera entender lo que escriben.
La ponente sostiene que un comunicador debe conocer en profundidad unos hechos para poder explicarlos a la ciudadanía y que esta los comprenda. Eva Belmonte se remonta al año 2012 para ponernos en contexto con un ejemplo personal basado en cómo y por qué creó un blog llamado “El BOE nuestro de cada día”. Su objetivo era informar, de una manera sencilla, a la sociedad sobre los cambios en la legislación que le pueden afectar.
La periodista invitada asegura que como profesional su labor se basa en: simplificar un suceso relevante, hacerlo público y que la ciudadanía pueda ser partícipe de este. De esta forma, recalca que no le importa el plagio de sus textos ya que su propósito final es hacer que los hechos sean conocidos por toda la sociedad.
Finalmente, hacia las once y cuarto de la mañana, la cofundadora de CIVIO evidencia el mayor miedo de los periodistas: la pérdida de prestigio. Los alumnos no parecen escandalizarse con esta contundente declaración ya que son conscientes que, debido a la afluencia de desinformación, la credibilidad de la profesión se encuentra en entredicho desde hace años. Como solución, Eva Belmonte aconseja reforzar la veracidad de una información a través de la mención de datos y fuentes.
Tras un leve retraso temporal y otro descanso de quince minutos, a las doce y cuarto del mediodía, el congreso continúa con la ponencia de Virginia Díez. Esta periodista pertenece a una organización sin ánimo de lucro llamada “The Commoners”, dedicada a la protección de los derechos humanos y el acceso a la información en el ecosistema digital. Los asistentes permanecemos bien atentos para averiguar cómo evitar las vulneraciones de estos derechos en un entorno digital como el actual.
La invitada de Dafne Calvo trata de concienciar al público sobre la importancia de defender los bienes comunes para impedir un mal uso de estos como, por ejemplo, su privatización. Entre mis compañeros se comienza a escuchar un murmullo y consigo traducir la siguiente idea: el periodismo es el bien común más preciado para una sociedad. Seguidamente, la ponente recalca que es necesario que los periodistas denuncien realidades ocultas y protejan sus fuentes.
Hacia el final de la jornada matinal del congreso, sobre la una de la tarde, Virginia Díez propone una dinámica de debate entre los asistentes con el objetivo de definir y conocer en profundidad los riesgos del entorno digital. El "spam" y la creación de contraseñas inseguras son algunos de los peligros de seguridad que advierten los alumnos. Se lanzan diferentes puntos de vista en la sala y los conceptos cada vez parecen más simples. La contraposición de opiniones no cesa entre estas cuatro paredes por lo que el final de esta segunda ponencia, previsto a las dos menos cuarto, se prolonga unos diez minutos.
La realidad comunicativa dibujada esta mañana por Eva Belmonte y Virginia Díez evidencia que el ecosistema digital no es el culpable de la desinformación. Parece que los asistentes al evento hemos entendido que, históricamente, nuestro futuro trabajo como comunicadores está marcado por una constante lucha entre la verdad y la mentira. En conclusión, la figura del periodista queda definida como encargada de desenmascarar la mentira y respetar la verdad.
