La polémica de la ley ‘trans’ agrieta la izquierda

19/10/2022. El Gobierno de España ha entrado en una crisis interna por la nueva ley presentada por el Ministerio de Igualdad:  la ley Trans. La polémica ha explotado cuando el Partido Socialista, acompañado del Partido Popular, ha votado a favor de prorrogar una semana más el período de presentar enmiendas, es decir, modificaciones.

Para encontrar las razones del porqué de esta crisis hay que ir a la ley hecha por el gobierno de Zapatero en el 2007. Pionera en su momento, autoriza el cambio de nombre y sexo a personas que no se identifican con su sexo de nacimiento sin pasar por una operación quirúrgica de reasignación. Aunque la condición impuesta es que la persona debe ser diagnosticada con ‘disforia de género’ y acreditar algún tratamiento psicológico durante al menos dos años.

Los desencadenantes: el límite de la autodeterminación y la lucha en el PSOE

Concretamente, el partido socialista puso 37 enmiendas que ampliaban la edad en la que uno podía autodeterminarse su género, la principal novedad de la ley. Este concepto recoge que los mayores de 14 años podrán cambiar su sexo en el Registro Civil sin necesidad de informe ni tratamiento médico. El propósito de la nueva ley es que la transexualidad deje de ser una enfermedad mental, como ya hizo la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2018.

 Aparte del enfrentamiento de posiciones con dirigentes de Podemos como Irene Montero o Yolanda Díaz, también lo hay en la cúpula interna del PSOE porque hay sectores feministas del partido que se muestran críticos con la autodeterminación. Por ejemplo, Carmen Calvo, ahora presidenta de la Comisión de Igualdad del Congreso, reconoce que la libre asignación de género podría significar un retroceso en los derechos que las mujeres han conseguido con el movimiento feminista.

A tal punto ha llegado la discrepancia sobre la autodeterminación en el PSOE que ha llevado a la baja de Carla Antonelli, la primera persona trans en ocupar un escaño en el Congreso. Con más de 45 años como socialista, en un su Twitter comunicó su “profunda decepción” con el proceder de la ley Trans.  Ya en junio de 2020, el PSOE publicó un comunicado en el que destacaba que la autodeterminación de género carece de racionalidad jurídica

Ante esta serie de acciones, los colectivos en defensa del movimiento trans se han sentido indignados. Raquel Ruiz, coordinadora del grupo trans-Lambda, asevera que es muy triste que esta reforma también haya fragmentado el feminismo: “Ya llevamos muchos años luchando por esta ley y pensábamos que todos los sectores de izquierdas estábamos de acuerdo, pero parece que no”.

 A nivel judicial, el Consejo General del Poder Judicial, aprobó el anteproyecto de la ley Trans por unanimidad.  Dicha institución si apoya la autodeterminación de género, pero difiere en que debería ser solo a partir de los 18 años. Los vocales reconocen que sería una opción legítima permitirlo a los menores, pero también aclaran que no se garantizaría el principio de especial protección al menor.

 Los jueces dicen que sí a la autodeterminación, pero con matizaciones en la edad permitida

 Su planteamiento es que los menores de 12 a 17 años necesitarían tener una madurez necesaria, así como la voluntad de establecer una rectificación en el sexo de su DNI. Además, en este tramo de edad siempre deberán estar acompañados de sus tutores legales. Así, el CGPJ se distancia de la ley original porque esta determina que a partir de los 16 años los menores tienen la libertad de decidir sin el consentimiento de nadie.

No solo los jueces, sino que la Asociación Española de Pediatría, representante de miles de médicos, critica que desde el ministerio de Igualdad no se ha contado con el asesoramiento de asociaciones profesionales de psicólogos o pediatras. Es una cuestión delicada para estos profesionales, ya que un estudio de la federación estatal LGTBI indica que más del 50% de personas Trans se han autolesionado.

Médicos y pediatras critican que desde el Ministerio de Igualdad no se ha contado con el asesoramiento de asociaciones profesionales

 Juan Gérvas es doctor en Medicina y Mercedes Pérez-Fernández fue médica general, aunque ahora es responsable de ética en la Red Española de Atención Primaria. En la revista Acta Sanitaria escriben que la intención de la ley es buena, pero que se deben aclarar las consecuencias de las técnicas terapéuticas o del tratamiento hormonal: “Esto no se debería hacer a un menor. Falta mucha investigación”, afirman.

Las consecuencias en el deporte femenino y la ley de violencia de género

El deporte no se queda fuera de esta disputa, puesto que federaciones internacionales han vetado a atletas “trans”, concretamente a los hombres que hayan pasado la pubertad. Si se aplicara la ley, las federaciones ya no podrían dividir las categorías por sexo sin más y si quieren hacerlo deberán demostrar que la división está justificada. Esto implica que no haya ninguna ventaja física para hombres transexuales en la categoría femenina.

Irene Aguiar forma parte del Consorcio Internacional del Deporte Femenino. Como especialista en derecho deportivo, considera que lo que se establece en el anteproyecto de ley es “tirar balones fuera”, porque deja una cuestión tan delicada en las federaciones deportivas.

En cuanto a la ley integral de Violencia de Género, el proyecto de ley establece que hasta que se registre un cambio de género, la persona mantendrá sus derechos y obligaciones legales. Así, por ejemplo, se considerarían las circunstancias que existían en el momento del delito: una vez la persona ha sido denunciada, no puede solicitar un cambio de género.

Compromís y la ley Trans

Imagen: Diputados de Compromís con la bandera del orgullo trans. Fuente: COMPROMÍS

Catorce autonomías ya reconocían la autodeterminación antes del inicio del debate en el Gobierno. La Comunidad Valenciana elaboró la suya en 2017 y esta ya eliminaba la concepción de la transexualidad como una enfermedad mental, además de que suprimió que las personas trans necesitaran un informe médico para acreditar su cambio.

Aun así, en Compromís también se han erigido grietas entre el feminismo clásico, crítico con la cuestión de la autodeterminación. Ante este paradigma, el partido obligará a todos sus candidatos locales a que firmen un documento en el que se comprometen con los valores de la coalición valencianista, los cuales están la igualdad LGTBI y los derechos de las personas Trans.