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XII CONGRESO DE COMUNICACIÓN DIGITAL EN LA COMUNIDAD VALENCIANA

El coronavirus modifica las rutinas periodísticas y exige transparencia en las informaciones

El periodismo se ha visto obligado a idear nuevas técnicas digitales para ofrecer contenidos de calidad desde el confinamiento
El coronavirus modifica las rutinas periodísticas y exige transparencia en las informaciones
Imagen: María Jesús Espinosa, Eva Lamarca, Luis Calero y Raquel Ejerique durante el XII Congreso de Comunicación Digital
Autoría: aibagar

VALÈNCIA. El pasado martes 30 de septiembre tuvo lugar la XII edición del Congreso de Periodistas, este año denominado “Periodismo en tiempos de coronavirus”, en la Facultat de Filologia, Traducció i Comunicació de la Universitat de València. Durante toda la sesión se manifestó la importancia que ha adquirido el medio digitalizado, así como la necesidad de informaciones con transparencia en una situación tan decisiva como la que actualmente se está experimentando a causa del coronavirus.

La primera media hora se destinó a la inauguración de dicho congreso acompañado de figuras como el organizador del evento, Guillermo López, el director de Cátedra Pagoda, Joaquín Martín Cubas, la Decana de la Facultat, Amparo Ricós, la Consellera de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática, Rosa Pérez y la Rectora de Univesitat de València, Mª Vicenta Mestre. Los representantes de las mencionadas instituciones pusieron en común el especial interés por la realización de este congreso, al darse un uso cada vez más intensivo de lo digital durante los meses de pandemia y que ha resultado un medio muy decisivo al ser el único recurso que a todos nos quedaba dentro de casa. Además, Ricó mencionó su utilidad para hacer frente a los próximos meses de dificultades que se avecinan.

Rosa Pérez también destacó la relevancia de este tipo de espacios de reflexión ya que se plantean cuestiones como el derecho de opinión, la desinformación generalizada de la sociedad o las fake news, muy presentes durante la pandemia. “¿Es asumible permitir que existan informaciones falsas que puedan herir a ciertas personas?”, planteó la Consellera.

En la primera Mesa Redonda intervinieron algunos periodistas con gran relevancia en el territorio valenciano como Rosana Berenguer, anteriormente en el equipo de ABC y recién incorporada al diario Valencia Plaza; Julia Ruiz, redactora en la sección de Política en Levante-EMV; Víctor Romero, de El Confidencial y Sergi Pitarch, de El Diario CV. “Nos dijeron que no era más que un resfriado”, con esta declaración comenzó el debate, donde se pusieron de manifiesto algunos cambios a los que todo periodista se ha enfrentado, con tal de adaptar el oficio a las herramientas de las que disponían.

La información, apuntó Berenguer, dio un giro en sus redacciones. La rapidez de la información necesitaba una respuesta inmediata, lo que, según Romero “supuso un nivel de exigencia y puntualidad muy alto”. Es por esta razón por la que todos apuntaron a la necesidad de un periodismo transparente que cuente una información veraz, capaz de satisfacer la creciente necesidad de respuesta del público desde casa. Asimismo, el redactor de El Confidencial aseguró que hubo una batalla entre los medios con tal de aprovecharse para atraer a nuevos lectores. “Hicieron un esfuerzo por fidelizar a los lectores más recurrentes así como atraer a los nuevos”, afirmó Romero.

De igual manera que la pandemia fortaleció los modelos de redacción, surgieron unas nuevas rutinas periodísticas a las que hubo que adaptarse rápidamente. La nueva miembro de Valencia Plaza explicó cómo las coberturas informativas se dificultaron conforme avanzaba el paso a un confinamiento total : no habían ruedas de prensa presenciales y como alternativa se optó por el streaming, las redacciones acabaron siendo en su mayoría telemáticas, a lo que desde El Cofidencial aseguran que permanecen comunicándose de esta manera por la situación en la que se encuentra Madrid. Julia Ruiz matizó la pérdida de contacto con la calle, lo que obligaba a “reinventarse, agudizar el ingenio, buscar fuentes alternativas”, añadía la redactora política, a lo que Romero añadió que tuvo que recurrir a Twitter para revisar su agenda de fuentes. Un inconveniente que Ruiz consideró fue la reducción de la calidad de la información por la posibilidad de caer en informaciones falsas al no conocer a la persona con la que se contactaba. A fin de confirmar si un bulo era real o no, Julia Ruiz constató la oportunidad de los periodistas de volver a tener la confianza del público, y se aprovechó, afirmó la periodista.

En cuanto al acceso a la información, los cuatro periodistas coincidieron en la gran dificultad que supuso acceder a ella, a lo que Pitarch denunció la prevalencia al destinar los datos a jueces antes que a periodistas. Esta complejidad se acrecentó debido al “fuerte bloqueo inicial”, según señaló Romero, por parte de las administraciones y que influyó a la hora de aportar datos.

Entre otras cosas, el virus también ha ayudado a acelerar algunos procesos que ya se estaban experimentando anteriormente, como la “nueva era del periodismo” a la que Julia Ruiz aludió. “El covid ha acelerado el proceso de cambio en redacciones”, declaró Pitarch. Según el periodista, las empresas periodísticas comenzarán a vender sus patrimonios y edificios, estableciéndose “una redacción más líquida y flexible”. En esta novedosa etapa periodística también se espera, explicó Berenguer, llevar a cabo la tarea de hacer ver al ciudadano que es necesario que se comprometa a pagar por acceder a un producto de calidad donde se valorará qué tipo de noticias está dispuesto a pagar el público. “El escenario ideal sería crear una base de suscriptores para sobrevivir”, puntualizó la redactora de Valencia Plaza.

Inauguración

La segunda Mesa Redonda agrupó a grandes profesionales del oficio de la talla de Luis Calero, de Viajeros Cuatro; Eva Lamarca, del equipo de Salvados y Xrey; la directora de informativos de À Punt, Raquel Ejerique y María Jesús Espinosa, de Pódium Podcast y PRISA Radio. Cada uno de ellos compartió cómo afectó, en sus casos, el coronavirus a la hora de crear contenidos audioviuales.

La radio fue, durante el confinamiento, uno de los mayores beneficiados en su nivel de visitas. María Jesús Espinosa puntualizó los beneficios que puede aportar a la profesión esta nueva plataforma al permitir crear contenidos tan específicos y aseveró la gran moldeabilidad del formato podcast por la variedad de asuntos a los que se puede adaptar: podcast de marca, de edición, deportivos, de información referente a instituciones, como la sanitaria, etc. Durante la etapa de la pandemia, aseguró Espinosa, aportó “agilidad y unos costes más económicos”.

En el caso de Eva Lamarca y su equipo, toda la situación los obligó a realizar un cambio de foco y pensaron en contactar con personas que habían pasado por Salvados y pudieran aportar historias interesantes a la audiencia. La periodista destacó el desafío que les supuso transmitir toda la empatía a través de una videollamada, el único medio del que disponían para realizar las entrevistas. “Las audiencias fueron muy altas y mereció la pena contar estas historias”, concluyó Lamarca.

El caso de programas como Viajeros fueron un ejemplo de “reinvención y redefinición del formato”, tal y como afirmó Calera. Viajar por el mundo será un factor que tardará en recuperarse y desde la cadena pensaron en la alternativa de un “Viajeros por España”. “Se ha producido una paradoja de que a pesar de dispararse el consumo televisivo la calidad bajó, no tenía medios para ofrecer contenido de calidad”, aseguró el periodista y guionista. Por último, extrajo dos conclusiones de lo que se ve en la televisión de entretenimiento: una reducción de la calidad de la imagen, provocada por una mayor complejidad para grabar y, por otra parte, la ya existente pero desarrollada brecha entre lo que ofrece la televisión y lo que ofrecen las plataformas. Calera ejemplificó el caso de Netflix, que ha duplicado la calidad de sus productos y ha adoptado así un gran prestigio.

Raquel Ejerique expuso cuales fueron las principales diferencias de trabajar de un medio escrito a un medio digital desde su experiencia personal. La directora informativa añadió una línea de autocrítica a fin de constatar la necesidad de un aprendizaje común ante todos los acontecimientos ocurridos. “Como resaca ha quedado todos los datos, los cuales no fueron capaces de digerirlos”, remató la periodista.