El claroscuro en el transporte público valenciano
VALÈNCIA- 02/12/2020. El transporte público es utilizado como una alternativa ecológica para trayectos no solo intraurbanos, sino también a corta distancia. En València, los servicios más utilizados son el metro y el autobús, gestionados por las empresas MetroValencia y la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de la ciudad.
El Ayuntamiento de València incluye en sus presupuestos anuales subvenciones para estos servicios y cada vez implementa un mayor número de medidas para mejorarlos. Sin embargo, presenta problemáticas que se ven reflejadas en las tarifas, los horarios y las condiciones laborales de los trabajadores. Todos estos aspectos se ven agravados en la actualidad por las prevenciones del contagio de la COVID-19.
Pese a ello, el transporte público cuenta con diversas ventajas como el cuidado medioambiental al evitar el transporte privado e impulsar la reducción de la huella de carbono. Asimismo, cuenta con precios económicos a los que pueden acceder las personas en una situación vulnerable.
Cronos llega tarde
El horario establecido por las empresas de transporte público genera a los usuarios un problema para compaginar las escasas posibilidades horarias con la agenda externa de la que dependen. A ello se le añade la imposibilidad de utilizar la totalidad del servicio durante la madrugada o durante la paralización de los trabajadores a causa de las demandas laborales a la empresa gestora.
En el caso de los autobuses, el período de tiempo entre el paso de uno y otro es más regular que en el metro, y esto busca hacer frente a su lentitud, ya que tiene que afrontar al tráfico cotidiano. El horario de cada línea, según el Plan Básico de Movilidad Metropolitana de Valencia (PMOME), se ajusta a la demanda de personas transportadas, asignando frecuencias más bajas en las horas punta de la demanda. Así pues, salvo en las líneas de menor demanda, la frecuencia en las horas punta se sitúa entre 6 y 10 minutos. A todo ello, se le suma en la actualidad el tiempo de limpieza correspondiente a cada vehículo.
El metro, por otra parte, a pesar de ser más rápido, pasa con menos frecuencia y esto provoca aglomeraciones en los vagones que dificultan la prevención sanitaria. Este tipo de transporte no cuenta con servicio nocturno para conectar el centro de la ciudad con la periferia, y el último metro diurno con destino a estas localidades oscila entre las 22h y las 23h.
Ana Belén Martínez, secretaria general de la Confederación General del Trabajo y de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (CGT-FGV), señaló que la FGV suprimió temporalmente el servicio durante la noche, pero se ha previsto que para las vacaciones de Navidad se aumente la cantidad de trayectos.
Debido al problema del horario y las huelgas de los profesionales que trabajan en dichas empresas, se producen grandes acumulaciones de personas en las horas punta como las de salida y entrada de estudiar y/o trabajar. Este hecho fomenta los contagios masivos y se produce una contradicción: las personas pueden lavarse con gel hidroalcohólico, pero no siempre se guarda el distanciamiento social entre ellas.
Imagen: Masificación en la parada de Alameda:: @aricuentista
¿En efectivo?
El transporte público es un servicio que pretende favorecer la inclusión social mediante el establecimiento de un precio asequible para todos los sectores de la población. Es por ello que, el conseller de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, Arcadi España, ha anunciado en una entrevista para À Punt que los precios se congelarán durante el año 2021. Con ello, pese al aumento del coste hace diez años, se ha mantenido el valor del billete, con el objetivo de fomentar la igualdad y promocionar la movilidad sostenible.
La Generalitat ofrece diversas modalidades de bonos de transporte que facilitan el acceso a estos servicios por parte de los habitantes jóvenes, las familias numerosas y monoparentales y las personas con discapacidad, entre otros colectivos vulnerables. Algunos ejemplos son la nueva tarjeta Tuin, la tarjeta mensual o la EMT Jove.
Jèssica Martorell, directora de comunicación de la EMT, expone a uValencia que la Empresa Municipal de Transportes de València cuenta con diversos bonos sociales, entre los que destaca EMT Amb Tu, que permite viajar por diez euros anuales a familias con rentas bajas o víctimas de violencia de género. Sin embargo, Metrovalencia ha introducido la gratuidad de la movilidad total a las mujeres que han sufrido violencia machista.
Por otra parte, con la nueva situación provocada por la pandemia, se ha restringido el uso del autobús a aquellas personas que no dispongan de un bono o billete personalizado. El pago en efectivo se ha imposibilitado con el fin de evitar el contacto entre las personas que suban al bus y el conductor de la EMT.
Imagen: Cartel que prohíbe a los pasajeros el pago en efectivo:: EMT Valencia
“Se ha lanzado la nueva aplicación EMT Ticket, totalmente gratuita y pionera en España, para poder comprar desde los dispositivos móviles los billetes sencillos de una manera más segura, puesto que no necesitan ningún tipo de contacto”, señaló Martorell.
José Miguel Fernández, conductor de autobús en la EMT de València, considera que la eliminación del pago en efectivo resulta un método útil a la hora de evitar posibles contagios. Fernández asegura que “el precio de viaje del autobús no es caro, puesto que no asciende desde hace más de cinco años”, a parte de la existencia de varias alternativas en cuestión de bonos sociales que abaratan el precio inicial.
No salen las cuentas
Tras el decreto de Estado de alarma el 13 de marzo de 2020 por parte del gobierno central, la libertad de movimiento de la ciudadanía se vio afectada. Las empresas dedicadas al transporte, como son Metrovalencia o EMT, vieron afectados sus servicios y sus respectivos ingresos.
“El transporte metropolitano ya ha recibido estas ayudas económicas del Gobierno Central para hacer frente a la COVID-19, pero el transporte urbano sigue sin recibir ninguna”, criticó Jèssica Martorell.
Cabe destacar que estas empresas siguieron realizando los trayectos correspondientes, pero con una menor cifra de pasajeros y de viajes. En abril de 2020, la EMT registró un 92% menos de desplazamientos respecto al año anterior. Asimismo, Metrovalencia vio reducido el número de pasajeros en la segunda quincena de marzo de 2020 en cifras cercanas al 90%, respecto al ejercicio pasado.
Esta situación ha derivado en una clara reducción de los ingresos. La directora de comunicación de la EMT anunció a uValencia que el impacto de la pandemia ha provocado una disminución de los beneficios en una cuantía de 17 millones de euros. Martorell, a su vez, lamentó la incertidumbre de las ayudas económicas estatales al sector.
Un reajuste laboral
A los conductores, empleados de atención al cliente, revisores o vigilantes de seguridad, se le han añadido los servicios de limpieza especializados en la desinfección de los vehículos para su posterior utilización. A ello, se le han sumado las nuevas contrataciones de personas encargadas de exponer las medidas sanitarias que se deben llevar a cabo en el transporte público para minimizar el riesgo de contagio.
La directora de comunicación de la EMT destacó que los empleados de la empresa han recibido cursos de prevención al virus de cara a las actuaciones que deben llevar a cabo durante su horario laboral. El objetivo de esta formación es evitar aglomeraciones o informar de que el autobús supera el número de aforo limitado.
Imagen: Trabajadora en el proceso de desinfección de un metro de València:: El Meridiano L'Horta
La secretaria general del CGT-FGV de València indicó que la plantilla de trabajadores de FGV fija ha disminuido; pese a ello, se ha recurrido a empresas externas para ofrecer un servicio de limpieza adecuado a la situación actual. Con ello, Martínez ejemplificó con la situación del arrollamiento que se produjo en la parada de Xàtiva el 11 de noviembre de este año, donde se formó una masificación de personas por la interrupción del servicio, que no se pudo solucionar debido a la falta de personal.
“Estamos en contra de precarizar el trabajo ya que supone también externalizar el servicio de atención al cliente”, señaló Ana Belén Martínez.
Ante la opción de aumentar la plantilla, se contempló la posibilidad de contratar a 150 personas para la FGV por parte de la Conselleria. Desde el sindicato CGT-FGV se pensó que esta oferta sería cubierta por la propia empresa ferroviaria, sin embargo, la resolución final fue que se realizaría a cargo de una empresa de servicios privada que ofrecía un trabajo temporal.
Martínez aseguró que, tras el confinamiento, hubo desconcierto debido a la falta de información sobre la nueva situación y de material, como trajes EPI, mascarillas o geles hidroalcohólicos. La secretaria general recalcó que esta cuestión ya ha sido regularizada a causa de que las medidas de seguridad ya han llegado a toda la plantilla.
El trayecto en cuarentena
La Empresa Municipal de Transportes de València ha impulsado una serie de medidas para frenar el riesgo de contagio de la COVID-19 en el transporte público, tales como el uso obligatorio de la mascarilla, la ventilación en los autobuses o sistemas de renovación de aire. Fernández esclareció que, en líneas generales, se ha gestionado de forma correcta la situación del coronavirus respecto a las medidas de seguridad, aunque “sí existe una falta de información al usuario sobre estas”.
El metro de València ha adoptado una serie de medidas tras la aparición de la COVID-19. Entre ellas, destaca respetar la distancia de seguridad, tanto en el andén como en el interior del metro; el uso de mascarillas, y la desinfección mediante el gel. La compra de títulos de transporte en las estaciones se puede realizar en las máquinas de venta automática. Las reclamaciones y sugerencias no se tramitan en papel, sino a través de la página web o la aplicación.
Diversos usuarios que utilizan el transporte público en València han hecho declaraciones a uValencia contando experiencias que han vivido de primera mano.
Imagen: Tweet de un usuario quejándose del uso incorrecto de la mascarilla
“He llegado a esperar tres horas en el metro por problemas técnicos”, aseguró Carmen García.
“Siempre ocurren los mismos problemas los días de lluvia y nadie hace nada por solucionarlos”, denunció Julio Santamarina
“Con todos los que estamos en el metro es imposible guardar la distancia de seguridad”, destacó Pedro Requena.
“Ya ni miro los horarios porque sé que los metros no van a llegar a la hora”, confesó Miriam García
FGV ha impulsado la medida de instalar 24 pantallas en las principales estaciones de la red de Metrovalencia para ofrecer información en tiempo real sobre el aforo en este transporte y evitar las aglomeraciones. Ana Belén Martínez aseguró que la implantación de pantallas ayuda a realizar una previsión matemática en función de las franjas horarias y el número de personas que van a entrar al transporte con el propósito de evitar las aglomeraciones. A su vez, la secretaria general de la CGT-FGV, destacó que es una medida efectiva, pero que necesita ser complementada con un mayor número de personal.
No hay parada en mi barrio
La Consellería de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio aprobó, por primera vez en 2018, el Plan Básico de Movilidad del Área Metropolitana de València (PMoMe). En este documento se aprueban las propuestas para la planificación de la movilidad en el área metropolitana de València, estructuradas en torno a nueve líneas de acción. Uno de los apartados de su contenido se centra en el transporte público e incluye entre estos MetroValencia, EMT y Renfe.
En lo que se refiere a MetroValencia, las infraestructuras disponibles tienen una cobertura territorial amplia. Sin embargo, tal y como el mismo informe indica, estas líneas tienen una gran posibilidad de ampliación, ya que no alcanzan muchas de las zonas con mayor índice de exclusión social. La necesidad de expansión reclamada por los ciudadanos ya se ha tenido en cuenta en proyectos futuros impulsados por el Ayuntamiento de Valencia, con el fin de conseguir la inclusión de un mayor número de sectores de la población.
En el año 2019, Sandra Gómez, vicealcaldesa de València, solicitó al conseller de Obras Públicas y Movilidad, Arcadi España, la ampliación de la red ferroviaria de transporte público en barrios como San Isidro, San Marcelino, Malilla y Fuente de San Luis, junto con el acceso al Hospital La Fe. La escasa comunicación de los barrios con el transporte manifiesta una discriminación de conexión con otros lugares.
El PB también prevé para el año 2021 la construcción de la línea 10 de Metrovalencia, que conectará Estación Xativa- Renfe, Ciudad de la Justícia, València Arena, Ciudad de las Artes y las Ciencias, Oceanográfico y Nazaret con una inversión de 50 millones de euros. A partir de la elaboración de este proyecto, Joan Ribó anunció que se plantearía la posibilidad de conectar El Cabanyal a través de la Marina con el fin de “resolver los problemas y que la conexión de la fachada marítima sea potente”.
La EMT, por su parte, oferta 59 líneas de autobús urbano. De ellas, 44 son líneas diurnas; 12, nocturnas y 3 son líneas especiales, es decir, dedicadas a personas con diversidad funcional. A estas se han añadido nuevas paradas que mejoran la accesibilidad. La línea 73 que une “Tres Creu- Estació del Nord” incorporó en octubre una nueva parada después de la reordenación de viales en el barrio de Safranar debido a las demandas vecinales.
El incumplimiento de restricciones depende tanto de la gestión de la empresa como de la sociedad. La empresa puede imponer medidas sanitarias para evitar la expansión del coronavirus y los trabajadores sancionar a los usuarios que no cumplan con las normas establecidas, pero las personas que utilizan el transporte tienen como obligación no poner en riesgo la salud ajena.
