Daphne Sullivan: más que una ama de casa
VALENCIA. Ya lo dijo James Brown, es un mundo de hombres, y las mujeres de The White Lotus lo saben, especialmente Daphne Sullivan. La segunda temporada de la creación de White ha superado todas las expectativas de los fans. Ahora desplazada al resort Four Seasons San Domenico Palace en Sicilia, la serie de comedia negra se convierte en una antología de HBO.
Muchos hablan de la vuelta de la llorona y caprichosa empresaria Tanya McQuoid (Jennifer Coolidge) como hilo tejedor entre primera y segunda temporada; otros de nombres ya establecidos en el mundo del cine como F. Murray Abraham, Aubrey Plaza o Theo James. Pero la verdadera estrella de la temporada es la engañosamente estratificada, burbujeante, apolítica y rica ama de casa Daphne Sullivan (Meghann Fahy).
Cartel promocional The White Lotus. Fuente: HBO
Aunque la mayoría de los personajes de The White Lotus se pelan capas como una cebolla a cada episodio que pasa, Daphne es el personaje más complejo, ambiguo y engañoso de esta temporada.
Es un error caer en los estereotipos, Daphne es el ejemplo claro de ello. White ha logrado convertir un personaje que en cualquier otra serie hubiese sido reducido a un secundario más suave que complementase las historias de otros más abiertamente honestos con sus intenciones (y fáciles de leer para los espectadores) en la protagonista más intrigante, profunda, absorbente y refrescante de todo el reparto.
A primera vista, una ama de casa que representa no solo la riqueza y superficialidad, sino también la ignorancia (pues ni recuerda si votó en las últimas elecciones) y perfectamente encapsulada en los atuendos de Barbie con los que la viste el diseñador de vestuario Alex Bovaird.
Meghann Fahy como Daphne Sullivan. Fuente: HBO
Pero cuando miramos un poco más allá nos damos cuenta de cómo es verdaderamente Daphne: una jugadora con el disfraz más sigiloso, que cuando rara vez deja vislumbrar sus pensamientos, rápidamente los oculta de nuevo y retorna a su actuación de mujer canónica.
Alguien que el resto de sus compañeros de viaje consideran ingenua y abnegada, muestra en algunas ocasiones que su vulnerabilidad es tan solo transaccional. Tomemos como ejemplo (spoiler alert) la escena que ha circulado por las redes las últimas semanas. Cuando Ethan (Will Sharpe) le confiesa sus sospechas sobre un coqueteo entre su mujer (Aubrey Plaza) y el marido de Daphne (Theo James).
En el trascurso de apenas 30 segundos, vemos en el pecoso rostro de Fahy un ciclo completo de dolor. Sus ojos se humedecen, miran hacia la arena, frunce el ceño, mira al mar y luego fija sus ojos azules sobre el rostro de Ethan. “No tienes que saberlo todo para amar a alguien. ¿Un pequeño misterio? Es un poco sexy”, le contesta Sullivan, para quien claramente la ignorancia, aunque sea forzada, es grata.
Meghann Fahy como Daphne Sullivan en The White Lotus. Fuente: HBO
La caricatura que nos muestran los primeros episodios se emborrona rápidamente y deja a su paso varias preguntas. ¿Cuánto sabe realmente? ¿Cuánto le importa? ¿Con qué cartas juega? Pues cuando Harper (Aubrey Plaza) le comenta que cree que su marido le está siendo infiel, Daphne contesta con júbilo “Tengo un entrenador en la ciudad guapísimo, es rubio con los ojos azules, ¿quieres ver una foto?”. Acto seguido le enseña una foto de su hijo -rubio y con ojos azules. “Lo que vengo a decirte es que quizá deberías buscarte un entrenador”, añade Sullivan.
Aunque se ha de dar crédito al guion de White, es Fahy quien convierte a una cínica y distante ama de casa en un personaje calculador y enigmático mucho más interesante y rara vez visto en televisión.
