Comparaciones odiosas
23/12/2022 - VALÈNCIA. Es comprensible que se relacione la obra de un director nuevo con la de alguien ya consagrado. El problema llega cuando no se reconoce una obra como propia y se categoriza como una obra más que sigue a determinado autor. Este es el caso de David Leitch con ‘Bullet Train’, una obra que muchos han catalogado de tarantiniana.
Con sus personajes extravagantes, escenas absurdas a la par que divertidas, mezclando humor con violencia; en efecto, recuerda en cierta parte a la obra de un tal Quentin, de apellido Tarantino. Si bien esto no se puede negar, una vez vista la película resulta un análisis en cierto modo pobre, o más bien, superficial.
El Brad Pitt más sensible
Leitch empieza la trama presentándonos a su protagonista, Mariquita, encarnado por el mismísimo Brad Pitt. Como de costumbre hace un gran papel, pero sale de sus registros habituales, en este caso no hace de tipo duro, todo lo contrario, nos encontramos una persona insegura, afable y que pese a trabajar en una organización criminal, no le gusta la violencia. En resumen, un personaje un tanto absurdo (algo se podía intuir por su nombre), pero no el tipo de absurdez de alguien que quiere parecer serio y acaba haciendo el ridículo, una absurdez que te lleva a cogerle cariño al personaje y empatizar con él.
Mariquita no es el único personaje que destaca, hay muchas más personalidades brillantes, pues probablemente este sea el punto más fuerte de la película: cada personaje es más carismático que el anterior.
Mandarina y Limón son el claro ejemplo de esto. Aaron Taylor-Johnson y Brian Tyree irradian química como pareja, sin tener nada que envidiarle, por ejemplo, a los legendarios asesinos Vincent Vega y Jules Winnifield.
Mandarina y Limón, dos de los protagonistas de la película. Fuente: Sony Pictures
El único que sale de esta tónica es El Lobo, con el que el cantante Bad Bunny, Benito Martínez, daba su salto a la gran pantalla, un paso por la cinta que acaba sin pena ni gloria, ya que el cantante acaba teniendo un tiempo de dos minutos en pantalla pese al bombo que se le dio en la promoción.
La premisa del filme parte del libro de Kotaro Isaka llamado Tren Bala: un grupo de asesinos se encuentra, por aparente casualidad, en un tren, cada uno con un objetivo que choca con el del resto. Al final de la película sus destinos se entrelazarán y descubrirán que nada era lo que parecía.
Brad Pitt y Aaron Taylor-Johnson en la cinta. Fuente: Universal Pictures
El enfoque que le da Leitch a este interesante argumento es no tomárselo en serio, creando situaciones absurdas e inverosímiles que le aportan gracia y frescura a la trama. Guste más o menos, es una película que el público recordará, no es un filme de acción más que ves a las cuatro de la tarde y te quedas dormido en el sofá entre tiroteos y explosiones.
Por todo lo anterior queda ramblero afirmar que esta película es otra más de un creador que pretende seguir los pasos de Tarantino. Este director tiene un estilo propio, al que se debe relacionar con su nombre y apellidos: David Leitch.
